martes, 3 de agosto de 2010

LINDA GAIL LEWIS


XXII FESTIVAL INTERNACIONAL DE BLUES DE CERDANYOLA

LINDA GAIL LEWIS – 17 Octubre ’09 – Pabellón de Deportes Cerdanyola del Vallés (Barcelona)
Probablemente, de no ser por las publicidades y por el lógico y habitual bombardeo informativo previo al festival, prácticamente nadie hubiera caído en la cuenta de quien era esta mujer que ocupaba un puesto tan señalado en el cartel de la edición de este año. Pero el apellido Lewis pesa lo suficiente como para suscitar todo tipo de habladurías, y no son pocas las conjeturas desatadas, las expectativas creadas o incluso los debates planteados por el único y exclusivo hecho de ser “la hermana de…”, como si tuviera que demostrar algo a estas alturas. Ya sé que su hermano mayor es Jerry Lee Lewis, “The Killer”, una leyenda inmortal del rock and roll, y que inevitablemente ella siempre estará tras la sombra de ese mito, pero nadie debería pasar por alto algo como que Linda Gail lleva ya más de 45 años en esto de la música, y no nos engañemos, eso no es nada fácil!
Así que la eterna pregunta siempre será: ¿Tener un parentesco con una grandísima estrella del R&R y tener la valentía de dedicarse a lo mismo, es una ventaja o es un inconveniente? Me temo que dejaré abierto el interrogante, pues dudo que jamás lleguemos a ponernos de acuerdo…
En cualquier caso, si hay algo que tenía bien claro es que ésta era una oportunidad que debía de aprovechar. No me gusta dejar escapar los trenes, y menos uno como éste, con una locomotora al frente de primerísima clase, y con suficiente carbón en su caldera como para arrastrar al infinito unos vagones cargados de puro y visceral rock and roll; un exquisito cóctel fruto de la mezcla junto al más genuino Boogie Woogie.
Procedente de Louisiana, y con destino a Memphis (Tennessee), el tren en esta ocasión haría parada en Cerdanyola, y creedme si os digo, que a su paso dejaría un inconfundible sabor y un particular aroma: el de las raíces de América.
A modo de cuarteto, acompañada por su banda “Some Like It Hot”, apareció en el escenario sobre las 22:15, y tras un efusivo “Hola!”, procedió a su incendiaria descarga, iniciando con un enérgico “Boogie Woogie Country Girl From Tennessee”, que le sirvió para que aquellos que no la conocían de nada se hicieran una idea de lo que iban a tener la suerte de presenciar. Algo que les quedaría ya totalmente claro en el segundo tema, pues arremetieron con un clásico de Chuck Berry como “Roll Over Beethoven”, impresionante.
No hay duda de que Linda salió a por todas, a demostrar lo que mejor sabe hacer, contagiando con su bailable y festivo repertorio incluso al más escéptico de los allí presentes. Un derroche de vitalidad y alegría que transmitía con una pasmosa facilidad a través de su inalterable sonrisa, sin bajar la guardia ni un solo segundo, apoyándose en fabulosas canciones como “Big Black Cadillac”, “You Can Have My Husband” (que dedicó a las mujeres del público), o ese “Let’s Talk About Us” de su hermano Jerry, un éxito que recuperó no hace demasiado para aquel disco grabado conjuntamente con Van Morrison.
Los menos familiarizados a su catálogo reaccionaban especialmente con las piezas más populares, como por ejemplo el “Good Golly Miss Molly” del gran Little Richard, versionada hasta la saciedad; o como no, con un himno de los cincuenta como “Blue Suede Shoes” de Carl Perkins, que conjuntamente al famosísimo “All Shook Up” dedicaría a los fans de Elvis (y por allí había unos cuantos).
Las manos de Linda realmente parecían poseídas por el diablo, pulsando incesantemente las teclas de su instrumento con una intensidad propia de la sangre que recorre sus venas. Demostraría tener buena técnica, mucho “feeling”, y extraordinaria precisión, así como una buena dosis de locura; sin olvidarnos de su cálida y bonita voz, con la profundidad del sur, y que manejaba a su antojo cantando a la perfección, a un muy alto nivel. Eso sí, siempre desde el corazón, pues esas cosas se notan… es más, estoy seguro de que le bombea a 33 rpm!
Los grandes éxitos de la edad dorada del rock and roll se sucedieron con habilidad y dinamismo, haciendo bailar y disfrutar a un público que la verdad no tardó en meterse en el bolsillo, e interpretaciones pasionales de hits de la talla de “Johnny B. Good” o “Long Tall Sally” fueron buena prueba de ello.
Y por si fuera poco, la última parte del show ya sería realmente monumental, atacando maravillas como “High School Confidential”, un tema sensacional del interminable cancionero del “Killer”, por no hablar de “Whole Lotta Shakin’ Goin On”, que fuera censurado en su época debido a su alto contenido sexual, y que aquí le valiera a Linda para descargar toda su adrenalina y mostrar el talento propio de la estirpe de la que procede. Se pelearía sobre las teclas como un animal salvaje, tocando como loca, incluso con el pie, algo que también heredó de su hermano y que haría enloquecer más si cabe a un público que se mostraba cada vez más entusiasta, ovacionando y aclamando constantemente a la americana.
El inmortal “Great Balls Of Fire” sería su despedida a lo grande, con una puesta en escena salvaje y letal. De hecho, tan sólo le faltó prender fuego al teclado, aunque lo cierto es que eso resultaba más espectacular en los 50’s… y por supuesto mucho mejor con un piano de cola, claro!
Así que sin más, cogió su bolso (toda la noche dispuesto junto a sus pies), y se marchó agradecida. Aunque lógicamente volvería a salir por petición de un público entregado, emocionado y feliz.
Y sin separarse del mencionado bolso (que de nuevo depositaría junto al teclado), nos regaló una final y estupenda “Have A Party”. Un título muy acertado ya que además define con absoluta exactitud y claridad la experiencia que vivimos esa noche en Cerdanyola; porque aquello fue una gran fiesta… Y nada más y nada menos que con Linda Gail Lewis como anfitriona de honor! Lo cual es todo un privilegio, pues ella es, sin duda, la gran dama del R&R.
Xavi Méndez

Festes de la Mercé (25 Septiembre 2009 - Parc de la Ciutadella – Barcelona)







La diversidad de una Barcelona cada día más mestiza, con todas y cada una de las culturas que se entrecruzan en sus calles, es con toda probabilidad la razón principal de la variedad ofrecida en unos actos en los que de una forma cada vez mas arraigada, se mezclan multitud de razas y costumbres, conformando así un programa de fiestas ecléctico a la par que interesante dónde, como no, el Blues y el Jazz, brillarían con luz propia en un enclave mágico como el Parc de la Ciutadella.

Ésta era sin duda una cita ineludible para Crossroads, pues lo cierto es que el cartel era sumamente atractivo, poniendo a nuestro alcance la posibilidad de ver en un mismo escenario, y de forma totalmente gratuita, a alguno de nuestros mejores músicos, así como de figuras internacionales de la talla de Janiva Magness, una de las principales voces femeninas del Blues, o del nuevo maestro del Soul, James Hunter, quien se encargaría de cerrar una jornada que se auguraba memorable.
Llegamos aproximadamente a las 13:00, y lo primero que tendríamos oportunidad de ver, sería la actuación de un músico francés, quien bajo el nombre de Sebastopol “One Man Band”, nos ofreció un recital intimista a modo de “hombre orquesta”. Él solito tocaría guitarras y todo tipo de instrumentos de cuerda, al mismo tiempo que también cantaba, tocaba la harmónica, el bombo… o bromeaba y escenificaba constantemente, haciendo reír a la mayoría de los niños que poblaban las primeras filas. Su espectáculo, a diferencia del resto, se desarrolló en una pequeña carpa en otro punto del parque. Su propuesta sería al estilo del puro y añejo Blues de los viejos Bluesman de los años treinta, incluso en su vestuario. Un tipo curioso la verdad, con una gran personalidad y mucho sentido del humor, lo que se dice un “Showman” en toda regla, aunque nadie debería pasar por alto su talento y calidad, pues de dotes técnicas y “feeling” andaba sobrado.

No sería hasta las 18:30 de la tarde que volvería nuevamente la música al parque, esta vez en el escenario grande, dónde llegaría el turno de uno de los guitarristas de Blues más reputados y experimentados de Catalunya, Amadeu Casas, todo un veterano de la escena catalana, un músico excelente que ha formado parte de grandes bandas como Tandoori Lenoir, Loti Lewis, Big Mamma & The Blues Messengers, o More Strings. Junto a su “Strollin’ Band” disfrutamos enormemente, saboreando esa clase de blues que tanto le gusta a él (y a nosotros!), en la onda de T-Bone Walker, una de sus principales influencias. Temas mas pausados como “She’s The No Sleepin’est Woman”, o “Is You Is Or Is You Ain’t My Baby”… se entrelazaron a otros de corte más enérgico como “It’s A Low Down Dirty Shame”, “T Bone Shuffle” o “Strollin’ With Bone”. Derrochando clase y elegancia, vestido de un riguroso traje blanco y camisa negra, Amadeu mostró bien sus cualidades, y el acertado repertorio junto al buen gusto de todos sus músicos, entre quienes se encontraba otro clásico de la escena como August Tharrats (piano), hicieron de ésta, una actuación brillante.

Los horarios (es justo decirlo), se respetaron a rajatabla, lo cual es de agradecer. A las 20:00, se subían al escenario los siete integrantes del “Lluís Coloma Septet”.
El pianista de Sabadell, un auténtico virtuoso del instrumento, mostró nuevamente el porqué está considerado uno de los más grandes músicos de este país. Con un alucinante currículum a sus espaldas, Lluís Coloma es el mejor representante del Boogie Woogie en España, y se ha recorrido medio mundo ofreciendo conciertos espectaculares llenos de energía y emoción, dónde difícilmente jamás ha dejado a nadie indiferente. Incluso para los que no son muy devotos de las sonoridades del piano, poder ver en directo a este hombre único se convierte en una experiencia inolvidable.

Su quinto disco, “7 Nights at Central”, es una grabación en vivo que lo muestra en formato de trío. Sin embargo, aquí en Barcelona lo pudimos ver con su septeto, que incluye una sección de vientos, que en cierta medida, dosifica la sobrecarga de piano proporcionando más participación por parte del resto de la banda.
La permanente sonrisa de Lluís, se mantiene inalterable durante todo el set, dando la impresión de no estar costándole nada hacer lo que para la gran mayoría es algo tremendamente increíble y dificultoso. Sus manos vuelan sobre las teclas a una velocidad que cuesta imaginar, y gracias a una actitud que rebosa pasión por cada nota que pulsan sus ágiles dedos, contagió fácilmente a un público cada vez más entregado. Temas como “Hurricane’s Boogie” o “Bumble Boogie”, fueron buena muestra de su extraordinario talento. Hubo tiempo para todo, incluso para un potente solo de su habitual baterista Marc Ruiz.

También es digno de mencionar la gracia con la que siempre sabe entremezclar algunas tonadillas populares en sus largos desarrollos instrumentales, dejándonos claro a todos, de cómo le gusta jugar con el público a este mago del entretenimiento.

A las 22:00 en punto, la banda de Janiva Magness ocupaba las tablas, y por primera vez sobre este escenario, tendríamos a una banda sin sección de viento, más cruda y directa, más salvaje incluso. Con una audiencia ya absolutamente caliente, los músicos salieron al escenario a ofrecer su blues visceral y desgarrado, que encandilaría rápidamente a todos los allí presentes. Eso sí, a la que apareció ella, su presencia eclipsó todo lo imaginable. Janiva es una mujer espectacular, que a pesar de sus 52 años de edad, conserva una garra y un sex appeal que unidos a su arrolladora fuerza escénica, la convierten en una auténtica fiera capaz de devorar todo lo que encuentre a su paso.
Es una mujer tremendamente coqueta y presumida, de hecho tuve ocasión de saludarla tras la prueba de sonido y cuando le pedí posar para una foto me dijo que no, que me esperara a después del show pues tenía que ponerse guapa. Debo decir que ya lo estaba, aunque para cuando apareció en vivo horas después, su “look” era sin duda más sensual y rompedor, con unos cortísimos pantalones de leopardo, unos altísimos tacones de aguja y sin descuidar su pelo y su maquillaje, retocándose con su lápiz de labios cada cierto tiempo… Ahí entendí bien su negativa de por la tarde, aunque al final del show, nos volvimos a encontrar y se mostró simpática, muy amable y divertida, y me dijo: Gracias por la paciencia!

Janiva es una clarísima diva, quizá la nueva reina del Blues ahora que Koko Taylor tristemente ya no está entre nosotros. Por cierto, entrañable aquel momento de la noche en el que la señorita Magness tributaba a la inolvidable Koko cantando su mítico “Wang Dang Doodle”, mostrando su registro más duro, y poniendo la piel de gallina a más de uno (entre los que me incluyo). Era curioso ver como agitaba su abanico constantemente, quizá para recuperar el aliento que perdía a cada salto y carrera que se daba, casi nada!

También sonaron algunas maravillas de su anterior álbum como “Workin’ On Me Baby” o “I’m Just a Prisoner”, junto a clásicos como “Messin With My Bread”, y muchas otras de su fabuloso nuevo plástico (What Love Will Do), como “Get It, Get It” o “That’s What Love Will Make You Do”.
La banda al completo estuvo pletórica, y no tengo ninguna duda de que todos ellos, quedaron francamente satisfechos de la acogida por parte de un público que no escatimaba en ovaciones hacia semejante descarga. Y que decir de nosotros, pues lo que allí recibimos fue una sobredosis de buena música, como si de una inyección del mejor blues se tratara, directa al corazón, de las que cautivan el alma.

Y después de algo así, llegaba la hora de rebajar un poco la intensidad (que no la calidad), pues a las 00:00 James Hunter se presentaba ante la ya enfebrecida respetable audiencia. Los que ya sabían de él, tenían claro lo que representaba asistir a un concierto de este inglés tan entrañable. Una buena sesión de Soul dónde si hay algo que no falta es ritmo. Un ritmo que entra en tu cabeza, se mete en tu cuerpo, y de forma casi automática e instantánea te obliga a moverte al son de sus agridulces melodías; las mismas que te transportan 40 años atrás, como si te encontraras en una película de los años cincuenta, y nosotros formásemos parte de su banda sonora.
Desde luego escuchar la música de Hunter te evoca a tiempos pasados, a la época en la que encendías tu vieja radio y sonaban artistas como Sam Cooke, Ottis Redding o Bobby “Blue” Bland. Para todos los que como yo, por aquel entonces aún no habíamos nacido, poder ver en directo a este hombre representa lograr por unos minutos que nos creamos que para arrimarnos un poco más de la cuenta a la chica de turno debamos esperar a que toquen “la lenta”. Afortunadamente, todo eso ha cambiado mucho, aunque recuerdo muy bien como todas las parejitas que habían disfrutando de este “ Soulman” del siglo XXI, se acercaban sobremanera durante la interpretación de temas como “Tell Her” o
“Carina”… francamente emotivo.

De los tres discos con los que cuenta, sonarían buena parte de sus principales éxitos, aunque dando especial cobertura a su reciente trabajo “The Hard Way”, del que destacaría su tema título, o el fabuloso single “Don’t Do Me No Favours”, con un interesante solo que me recuerda ligeramente al estilo punzante del gran Albert Collins.
No hay duda de que tal y como imaginábamos, este festival fue todo un acierto, una maravillosa manera de despedir al verano, dar la bienvenida al otoño, y valorar una vez más la importancia que tiene, y la vida que nos da, la buena música en directo.

STRATOVARIUS – 17/01/10 – Razzmatazz 2 (Barcelona)



Originalmente programados para la sala grande, los finlandeses serían reubicados a última hora en la mediana Razzmatazz 2, pero aún así no lograron llenarla ni de lejos. Parece ser que Stratovarius han perdido en los últimos años buena parte de sus seguidores, un público por lo general de un perfil muy joven, que cuando se aburre de su banda de cabecera... se olvida, ¡y si te he visto no me acuerdo! Afortunadamente aún quedamos muchos de los fans de siempre, que si bien es cierto que ya no le seguimos la pista al grupo con demasiada asiduidad, sí que continuamos disfrutando con su música en vivo, rememorando lo que hoy son ya sus clásicos, pero que en otro tiempo formaron parte de la banda sonora de nuestras vidas, como muchos otros grupos cuando eres un adolescente. Marcaron su sello a fuego en nuestras frágiles y manipulables mentes, y ya por más que queramos no conseguiremos borrarlo jamás! Si no, ¿de qué iba yo a acordarme de la primera vez que los escuché en la radio? De eso hace cerca de 15 años…

Para cuando llegamos al recinto los también nórdicos y jovencísimos Trace Down ya habían tocado, por lo que no pudimos ver absolutamente nada de estos chavales!
De los que sí podemos dar buena cuenta es de los alemanes Mystic Prophecy, que descargaron su arrollador Power Metal de influencias Trash y Heavy durante unos muy bien aprovechados tres cuartos de hora. En la primera época de este grupo había militado el genial guitarrista Gus G. (Firewind, Dream Evil…) y hoy día cuentan ya con nada menos que seis discos, de los que nos deleitaron con algunos punzantes y salvajes cortes como “We Kill You Die” o “To The Devil I Pray”. Su cover del “Paranoid” contenido en el explosivo “Satanic Curses”, les serviría de despedida, dejándonos un muy buen sabor de boca.

Conocidos por muchos como “La banda de los timos” por la presencia de Timo Kotipelto y Timo Tolkki, la marcha de éste último ha convertido ahora a Stratovarius en “la banda del timo”, en singular, palabra que para algunos define con certeza el actual estado vocal del cantante, aunque yo he de romper una lanza a su favor diciendo que estuvo a la altura de las circunstancias.
La inquietante introducción de “Destiny” daría paso a ese temazo que abría su séptimo y laureado álbum de igual nombre.

“Hunting High And Low”, “Speed Of Light” y “Kiss Of Judas”, una detrás de otra fueron buena prueba de su buen estado de forma y sobretodo de la confianza que ponen en esta nueva formación a la que además de los habituales Jens Johansson y Jorg Michael se suman Lauri Porra al bajo y Matias Kupiainen a la guitarra, que cumplen con creces las expectativas llenando el vacío de Kainulainen y Tolkki respectivamente.
“Deep Unknown”, el tema de apertura de su reciente y nuevo álbum “Polaris”, sería la primera de las tres únicas nuevas canciones que interpretaron. Y a ésta la siguió “A Million Light Years Away”, una de mis favoritas del fabuloso “Infinite”.

Y tras los correspondientes solos de rigor (muestra de virtuosismo, técnica, y velocidad), así como de algún otro clásico necesario como “Phoenix”, al fin yo tendría la ocasión de poder retroceder hasta mi más tierna adolescencia a través de “Against The Wind”, del excelente “Fourth Dimension” del 95, ¡qué recuerdos! Lástima que fuera la única de aquel brillante LP que se dignaron a incluir en el set list…
Para terminar, se despidieron con “Eagleheart”, aunque el reclamo de sus incondicionales les devolvería al escenario para rematar la noche con tres bises.

Pisaron un poco el freno con la baladita “Forever”, emotiva y coreada por todos, pero nos devolvieron la energía gracias a unas inmortales “Father Time” y “Black Diamond”; unos temas que irían de lujo para ponerle una enorme guinda al pastel… sólo que en esta ocasión y a diferencia de lo acostumbrado, el pastel se repartió entre menos comensales, pero ¿sabéis qué? nos fue de buen provecho.

ENTREVISTA CON: Ángel Ruiz (The Storm) 18-12-09

A mediados de la década de los sesenta, unos jóvenes chavales del sevillano barrio de San Jerónimo, daban sus primeros pasos influenciados por la creciente y emergente cultura musical que por aquellos tiempos atesoraba Sevilla, una ciudad que no tardaría en situarse a la cabeza del movimiento de la música avanzada, y por consecuencia, de todo el rock que hasta entonces solo se podía ver y escuchar fuera de nuestras fronteras.

En sus orígenes conocidos como “Los Tormentos”, la banda rápidamente empezaría a labrarse una buena reputación; una popularidad que no tardó en extenderse llamando la atención de promotores, medios, crítica especializada… haciéndoles merecedores de frases tan sorprendentes para la época como:
“… demasiado buenos para ser españoles…”

Ya en los primeros setenta su fama de grupo incendiario y salvaje les precedía allá por dónde pasaran, especialmente gracias a la asombrosa técnica del batería Diego Ruiz (reputado, respetado y demandado por infinitas bandas del momento), y del increíble “feeling” y magistral talento a las seis cuerdas de su hermano Ángel, que junto a Luis Genil al órgano y José Torres al bajo, lograban dejar boquiabierto a un público cada vez mas numeroso (y aún sin disco en el mercado!), mostrando una desbordante creatividad al alcance de muy pocos.
Tras una de sus habituales visitas a la capital, serían rebautizados como “The Storm” por consejo del organizador de la sala de conciertos Barbarella, que les sugeriría esa conversión de su nombre al inglés tratando de evitar la confusión entre una clientela en la que abundaban americanos, suecos, alemanes…

Enseguida fueron descubiertos por José Luis Fernández de Córdoba, que por aquél entonces trabajaba de relaciones públicas en una sala de fiestas, y que no tardaría en observar en el grupo un gran potencial e interesante porvenir. Haciendo las labores de manager, y conociendo muy bien el negocio, se haría cargo de la banda hasta su disolución. Él sería el responsable de conseguirles importantes actuaciones a lo largo y ancho de la península, así como de lograr meter a la banda en un estudio para grabar su primer LP; corría 1974. El disco, hoy día todo un clásico (afortunadamente reeditado), se grabó en un absoluto tiempo record de cuatro horas y media, y está considerado como una verdadera obra maestra, como un pilar fundamental del rock español.

Aquél año sería fundamental en la historia del conjunto sevillano, su exitoso debut sumado a su creciente núcleo de seguidores les situaría en lo más alto de la escena del rock en España, un status que les serviría para ser elegidos como banda invitada en el único concierto en nuestro país que ofrecieron los británicos Queen, en el Palacio de los Deportes de Barcelona. Aquél histórico show les reportaría aún más popularidad en un panorama dónde eran pocas las bandas que podían rivalizar con ellos.
The Storm siempre estuvieron a años luz del resto de conjuntos peninsulares, ellos encajaban mejor en el mercado anglosajón, o en el americano… Su disco debut rayaba a un nivel muy alto, el mismo que mostraban grupos afines de la década como Atomic Rooster, Led Zeppelin, The Who, Ten Years After, o esa banda con la que siempre han recibido infinitas comparaciones: Deep Purple. La semejanza con la banda inglesa es muy clara, especialmente por el sonido de Hammond de Luis Genil, un auténtico maestro del instrumento que aportaría al grupo una grandísima personalidad y un sonido único (Desgraciadamente fallecería en el año 2004).

El inoportuno servicio militar interrumpiría su carrera en 1976 (tuvieron que marchar tres), lo que supuso una parada forzada que acarrearía un bajón importante en el tirón y funcionamiento del grupo. A su vuelta la situación ya no era la misma y el desanimo acabó poco a poco por hacer mella en el combo andaluz.
En 1980 publicarían un segundo álbum en el que suavizaron ligeramente su estilo, pero que también contenía excelente material, “El día de la tormenta”. El disco cantado ya íntegramente en castellano, presentaba a Pedro García al bajo sustituyendo a José Torres. Pero no obtuvo la respuesta esperada y al año siguiente The Storm se disolverían definitivamente para la desgracia de una escena carente de genialidad que por un periodo corto de tiempo vio en el grupo sevillano su mayor exponente de gloria.

Tras la muerte de Luis Genil, hicieron una reaparición a modo de homenaje, pero sería algo excepcional, y sinceramente todo apuntaba a que era bastante improbable volver a disfrutar de esta extraordinaria banda en vivo.

Pero en este 2010 los innumerables seguidores del conjunto mas fundamental de nuestro rock estamos de enhorabuena!
The Storm vuelven a los escenarios, y lo hacen sobre el del Festival Leyendas del Rock, en San Javier (Murcia), una oportunidad que nadie que ame verdaderamente el rock clásico debería de desaprovechar, pues ellos más que nadie representan la parte mas ilustre de nuestro pasado…
La tormenta está de vuelta amigos, y estad bien seguros de que arrollará todo lo que encuentre a su paso.

(Transcripción de entrevista telefónica, realizada en el programa de radio "Viaje al Reino del Metal")





1. Los recortes de prensa de la época decían de vosotros cosas como: “…The Storm es una banda que puede codearse con los grandes del mundo…”, o “¡…indudablemente es el mejor grupo que he visto en mi vida! ...”, y mucho de todo esto incluso antes de que apareciese el primer disco, ¿en aquél momento, erais verdaderamente conscientes del potencial que tenía el grupo?


Bueno… sinceramente he decirte que no, sí que sabíamos que teníamos un potencial, pero nosotros siempre hemos sido unos chavales bastante humildes en ese aspecto, muy normales…, y nuestra ilusión era hacer nuestra música y hacerla lo mejor posible.


2. Pero la verdad es que llama la atención la buena reputación que ya arrastrabais mucho tiempo antes de vuestro LP debut, una reputación que os labrasteis a base de tocar y tocar, y a través de conciertos impactantes… ¿verdad?


Hombre, es que la realidad fue eso, nosotros fuimos un grupo que nacimos y nos fuimos haciendo poco a poco, con mucho trabajo, mucho esfuerzo y muchos ensayos, entonces claro, para nosotros era fundamental el directo, y por suerte conseguíamos sacarle el máximo partido, que es donde verdaderamente el músico es quien es… el directo era lo que más nos gustaba y trabajábamos muchísimo para conseguirlo, y claro, en aquél tiempo, cuando íbamos a tocar a Barcelona, Madrid… sobretodo al norte que es donde más se consumía este tipo de música, la gente creía que éramos un grupo inglés o americano… y para nada, todo era fruto del ensayo.


3. Otra cosa que llama especialmente la atención es que grabasteis el disco en un absoluto tiempo record, ¡en 4 horas y media! Eso es algo inaudito hoy en día, ¿no?


Pues sí, el disco prácticamente fue una grabación en directo en los estudios Audiofilm de Madrid, y yo recuerdo perfectamente que el técnico para nada quería hacerlo así, quería hacerlo por pistas, y le dijimos que no, que nosotros eso lo grabábamos en directo, y con microfonía… total, que nuestro productor por aquel entonces, dijo que: ¡nada! Micrófonos los que hagan falta ¡y aquí que no se hable más! ... Entonces empezaron a buscar microfonía por todos lados e hicimos un disco totalmente en directo.


4. Además creo que lo compusisteis en nueve días, ¿no? Esto es algo alucinante, ¡inconcebible hoy día!


Sí, sí, hoy es inconcebible… Hombre, afortunadamente ahora se trabaja mucho más, se tiene más tiempo para preparar los temas, y todo… pero claro, en aquella época tampoco había más… no es como hoy, que cualquier chaval tiene en su casa un pequeño estudio y puede hacer una muy buena grabación, quizá no como en un estudio profesional, pero sí puede estar cerca.


5. Sí, pero quizá la tecnología que hay ahora ha hecho disminuir un poco la creatividad ¿no?


Pues sí, yo creo que sí, porque ten en cuenta que la mayoría de discos que salen hoy en día, salen “perfectos”. Tú sabes que puedes coger, si hay un compás en el que te has atrasado… vaya, ¡que eso es humano! En nuestro primer disco tú puedes observar que somos seres humanos los que estamos tocando, que tal vez nos adelantemos, o nos atrasemos… que haya a lo mejor un cambio más brusco de lo que debiera… ¡pero es que eso es humano! Nosotros, incluso ahora si nos llaman para meternos en un estudio de grabación, para colaborar con alguien, no queremos claqueta ninguna, nos medimos por nuestro ritmo, el que llevamos dentro, como todo músico debe de llevar, es la única manera de tener tu “feeling”, tu sentimiento…


6. En Internet se pueden encontrar varios videos, me imagino que pertenecientes a las sesiones de grabación de aquél álbum en 1974, creo haber encontrado tres o cuatro… ¿existen más videos?


Yo sinceramente te digo que no lo sé, porque todos esos videos los han colocado fans nuestros, que están desperdigados a lo largo de toda la geografía de España, y que es algo que han hecho por su cuenta… ya te digo que yo no he puesto nada en Internet ni nada… nosotros somos quizá una especie rara, somos unos dinosaurios un poquillo raros… Se que hay por ahí un video de 26 minutos que grabamos en Hospitalet de Llobregat, en directo para la televisión, pero es que no te puedo decir porque no lo se, llámame arcaico o dime como tú quieras, pero es que no lo sé…


7. Otra cosa que he leído por ahí y me gustaría saber si es cierta es que llegasteis a grabar dos LP’s más, que nunca se llegaron a editar. ¿Vosotros conserváis los masters de estas grabaciones?


Bueno, los masters no. Pero sí que hay alguna cinta de cassette que nosotros grabábamos en los ensayos cuando se nos ocurría alguna idea… y lo grabábamos así porque entonces, como tu comprenderás no había ni ordenador, ni mesas de estudio tan pequeñas… así que sí que hay alguna cinta y algunas ideas, lo que pasa es que… hombre, no están de buen recibo.
Los masters de eso la verdad no sabemos ni donde están! Ojalá lo supiéramos, que alguien que lo tuviera por favor nos lo mandara…


8. Si no tengo entendido mal uno de estos dos álbumes inéditos lo grabasteis en 1975, por lo que sería vuestro segundo disco si no tenemos en cuenta el “oficial” que aparecería mucho después en el año 80.


Es que resulta que cuando grabamos el primer disco, al año siguiente o año y medio ya teníamos casi preparado material para otro, pero también lo que ocurre es que nosotros en aquel tiempo trabajábamos 360 días al año; galas y galas, bolos y bolos… porque antes había una cosa buena, que era que una discoteca te contrataba a lo mejor un mes o dos meses, y durante ese mes tocabas dos sesiones diarias, y claro, pues tenías mucho trabajo…


9. Otro de los momentos mas importantes en vuestra trayectoria, fue cuando tuvisteis la oportunidad de telonear a Queen en su primera visita a España en 1974, un concierto apoteósico en el Palacio de los Deportes de Barcelona que os encumbraría en cuanto a popularidad. ¿Es cierto que llegasteis a recibir la felicitación del mismísimo Freddy Mercury, y que además os quería llevar con ellos de gira?


Sí, sí, lo que pasa es que en aquella época no podíamos salir de España, estaba muy complicado eso… también había una normativa, que no sé hasta que punto era cierta, que decía que tenían que venir dos grupos de Inglaterra a España para poder salir uno de aquí… Yo recuerdo estar hablando allí mismo en el escenario, porque compartimos hotel con Queen y nos conocimos… pero una vez allí, ya probando sonido y demás por la mañana, yo hablé con Brian May, y él me dijo: Oye… a ti ¿te gusta Jimi Hendrix no? …y le digo: sí, a mi me gusta mucho Jimi Hendrix… y me contesta: ¡Pues tú tocas muy bien! ¡Y tú también chaval! le dije yo… (risas)


10. ¿Es cierto que Roger Taylor eliminó el solo de batería que tenía previsto después de ver y oír a tu hermano Diego?


Bueno, ellos tenían también el norte un poco perdido en el sentido de que pensaban que por ser un grupo español nosotros íbamos a tocar flamenco, sevillanas o rumba… y claro, cuando mi hermano se pegó un solo que creo que duró 15 o 20 minutos, al batería cuando le toco el de él… bueno, yo fui a darle volumen al amplificador y cuando me volví tenía a los 4 de Queen detrás del amplificador mío diciendo: ¡¡Very good, very good…!! (risas) Salieron del camerino a escucharnos directamente porque no se lo creían… Por supuesto, luego cuando terminaron su actuación nos felicitaron, nos dijeron: …joder, que grupo mas bueno, no sabíamos que habían grupos así en España… Decían que teníamos que ir a Inglaterra, nos preguntaban porque no íbamos… y ya les explicamos de que no podíamos, que la cosa estaba fatal.


11. La verdad es que tu hermano tenía una pegada y una técnica alucinantes, yo pienso que en la década de los 70’s los cuatro mejores baterías del momento eran sin duda John Bonham, Keith Moon, Ian Paice y Diego Ruiz!


La verdad es que mi hermano todavía hoy me deja asombrado de como toca, a veces nos juntamos para tocar cosas de nosotros así para recordar y me deja alucinado… a él había que verlo en directo, no en un video, es como le pasó al de Queen, se le juntó las ganas de comer con la necesidad y no tocó… ¡y tuvieron que ir a cambiarle el pañal al camerino! (risas). Pero ya te digo, Queen eran muy buenos chavales ¡eh! Una gente estupenda, sobretodo Brian May, que era un chaval sencillo, diferente a Freddy Mercury que era un poco mas introvertido y le costaba mas trabajo charlar… tal vez por ser el cantante y cuidarse la voz, también hay que tener en cuenta que allí donde estábamos en el Palacio de los Deportes de Barcelona, aquella mañana ¡pues hacía fresquito!


12. Vuestro representante, José Luis Fernández de Córdoba, sin duda era un tipo bastante peculiar… Aunque también quizá era de las pocas personas que sabían moverse en el negocio musical por aquél entonces, ¿no es cierto?


Fernández de Córdoba, tengo que decir que para mi era un artista, era un fenómeno, era un tío que sabía como llevar a un grupo, sabía como tenía que venderlo, y eso hoy día escasea, yo eso no lo veo; ahora ves al típico manager que se encarga de limpiar el camino para que los “figuras” lleguen y se lo encuentren todo limpio. Él hacía un gran trabajo recorriéndose España promocionando al grupo, tenía una sabiduría enorme.


13. Y con la distancia que otorga el tiempo, con el paso de los años, ¿piensas que él hizo todo lo posible por el grupo o crees que pudo haber hecho mas por vosotros?


Sinceramente he de decirte que no, bueno, las cosas hay que reconocerlas, él para mi era un fenómeno, yo le quería muchísimo… pero hubo cosas que dejaron un poco que desear, pienso que podía haber hecho algo más, sobretodo cuando nos cogió la mili, que nos fuimos tres. Yo pienso que él podía haber ido al cuartel, haber hablado con el coronel, y que nos hubiera conseguido algún permiso, algunos bolitos… en fin algo. Aunque bueno, yo entiendo que entonces él ya era manager de Triana, que era un grupo que ya empezaba a despuntar, y se dedicó a ellos y nos dejó un poco de lado. Date cuenta de que Triana empezaron mucho después que nosotros y además giraron por toda España como teloneros nuestros, pero claro después de 15 meses de mili, sin tocar ni grabar nada, para cuando salimos nuestro tren ya había pasado, y no íbamos ni en el último vagón. Y claro, después de tanto tiempo sin tocar ni grabar pues todos los grupos nos pasaban por lo alto, todos, todos, pues ya entonces empezaron los barones, Ñu, Leño…


14. Precisamente por eso quería preguntarte algo: ¿no crees que si vuestro segundo álbum “El día de la tormenta”, en lugar de en el año 80, hubiera salido un par de años después quizá hubiera tenido más éxito? Lo digo por la escena del Heavy en España, que ya empezaba a estar en auge y donde aquél disco pienso hubiera calado mucho más…


Mucha de la gente que nos conoce, incluso gente con ojo crítico, dice que nosotros nos adelantamos unos pocos de años, y tal vez por eso no cuajó en su tiempo; también la compañía que editó el segundo disco era más pequeña, además antepusieron el disco de Triana al nuestro, que tuvo que salir un par de meses después, el sintetizador Moog que usó Triana era nuestro, y Fernández de Córdoba se lo dio a ellos, sacaron el sonido que iba a ser para nosotros, no en el mismo estilo, porque hacíamos estilos diferentes, pero nos quitaron nuestro sonido que era la evolución del grupo.


15. El segundo disco es bastante distinto al debut, os pasasteis a las letras en castellano y os adaptasteis quizá un poco a las nuevas tendencias, es decir, es un poquito más melódico, más comercial, más cercano a la onda de Rainbow ¿no?


Sí, onda Rainbow… bueno, también hubo algunos temas que algunos de nuestros seguidores decían que eran un poco “Light”, pero hombre, tenéis que pensar que en aquella época te cogía una compañía de discos y te decía: Oye, o grabas por aquí o no grabas, entonces tú casi que te prostituías un poquito ¿no? y decías, bueno que más da, hacemos un tema un poquito más Light pero grabamos. Pero yo pienso que los temas son como hijos tuyos, ¡a mi me gustan todos! Y bueno, había un tercer álbum que no ha salido, que hubiese sido muy bueno porque era una fusión entre lo que hicimos en el primero y lo que hicimos en el segundo, tenía unas melodías más completas, más duras, más rockeras… había una evolución bastante buena, pero no tuvimos suerte ¡y aquí estamos!


16. Sería fabuloso poder encontrar ese material y recopilarlo, lanzarlo al mercado para que la gente sepa que hace un tiempo aquí en España existió esta banda increíble que no se porque razón os echaron a perder, os dejaron escapar…


Sí, la verdad es que nos olvidaron y nos condenaron al ostracismo…


17. Ya, pero aún así todos los amantes del Hard Rock sabemos que fuisteis esenciales aquí en este país para introducir un estilo de música que hasta entonces no había llegado, los grupos que habían antes quizá estaban influenciados por el Pop inglés, la psicodelia, el rollo progresivo o el jazz…


Sí, nosotros mismamente pensamos que si hubiéramos estado en Barcelona, que hubiésemos vivido allí, o en Madrid incluso, yo creo que no se nos hubiese olvidado. Conociendo muy bien a los catalanes yo creo que no hubiéramos desaparecido, sinceramente te lo digo, porque yo se que en Catalunya, eso no lo pierden tan fácil. Lo que pasa es que al ser andaluces, de aquí de Sevilla… pues claro, tú sabes que aquí es mas difícil, no quiere decir que la gente que consume rock duro aquí no sean buenos receptores de este estilo de música, pero se consume menos, aquí se dedica mas al flamenquito, las sevillanas, y todo el tema este folklórico… ¡que le vamos a hacer!


18. Sí, bueno, y luego el rock andaluz que también tuvo su época gloriosa allí


El rock andaluz prácticamente no tiene nada que ver con nosotros, hombre, nuestra música tiene reminiscencias andaluzas ¿no? pero, muy poquito, lo hacemos como una cita.


19. Os habéis reunido tan solo en tres ocasiones, siempre en algún homenaje, el último de ellos por la muerte de vuestro teclista Luis Genil, que además era también primo tuyo. La verdad es que Luis era una parte fundamental en vuestro característico sonido ¿no crees?


Luis era genial, y yo sinceramente te digo, he visto muchísimos teclistas, pero muy pocos le han sacado el sonido que él ha sacado y que ha logrado sacar del Hammond.


20. ¿Qué recuerdos te quedan de él? Parecía un tipo serio…


Luis era el intelectual del grupo, era serio, muy introvertido, tenía una gran sabiduría… bueno, él era mayor que nosotros 4 años, y claro 4 años cuando tienes 30 no se nota, pero cuando tienes 17 y el otro tiene veintitantos pues es mucho mayor que tú y sabe mucho más. Aparte de eso se preocupaba de cosas que nosotros ¡ni las veíamos siquiera! Él decía: esto es así; y le hacíamos caso claro, porque sabíamos que era verdad.

21. ¿Quedaría abierta la puerta a una posible reunión o eso es algo imposible?


Nosotros tenemos siempre la puerta abierta porque el espiritu rockero nunca muere, y si hay algún rockero que dice que se le ha muerto el espiritu es porque a lo mejor nunca a sido rockero. Ser rockero es algo casi como una religión.


22. Viendo el video del tema “Crazy Machine” me recuerdas increíblemente a Jimi Hendrix, por tu sonido, ese rollo psicodélico, los malabarismos con la guitarra, el juego con la palanca, lo de tocar con los dientes… Imagino que junto a Richie Blackmore, Hendrix fue de tus principales influencias ¿no?


Hombre evidentemente, y además a mucha honra, bueno, yo también he tenido que beber de todos los músicos porque siempre hay que aprender de todo el mundo, pero esa gente son los que más me han influenciado, en mi forma de tocar, en mi estilo… Además de que iba conmigo, yo cuando escuche decir: ¡Wow! Toca con la boca… y tal pues claro, como se cogió de que tocaba con los dientes pues dije: yo también quiero tocar como él ¡Y ya está! Pero eso fue una pura imitación ¡una imitación a lo español, vaya!


23. Y ahora, ¿qué clase de guitarristas son los que sueles escuchar?


Bueno, me siguen gustando ellos, pero también me siguen gustando guitarristas como Satriani, Steve Vai, Malmsteen… toda esta gente me fascina, porque veo que es otro estilo pero también he bebido de ellos.


24. Y todos esos están influenciados por los anteriores…


Si claro, hombre yo se lo comento a mis alumnos, les digo: tenéis que beber un poquito de nuestros padres de la música; desde Django Reinhardt hasta ahora. Porque hay muchas técnicas que ellos hacían perfectamente y hoy pasan un poquito de largo. Como yo digo: ¡Hay que aprender de todo el mundo!


25. Por lo tanto, ¿que consejo le darías a todos aquellos guitarristas que intentan abrirse paso en el duro mundo de la música? como veterano y músico experimentado que eres, ¿qué les dirías?


Hombre, me gustaría tener una barita mágica y poderles decir exactamente lo que ellos necesitan saber, yo quiero y me gustaría que hubieran cada vez mas guitarristas, yo les diría que sigan en la música, que estudien, que sean disciplinados a la hora de ejecutar los ejercicios y que toquen mucho, y que se reúnan con amigos, que tienen un momento estupendo y que la música les va a llenar de vida y de salud; que sigan adelante y que no desfallezcan aunque las cosas ahora estén peor económicamente, porque eso será una pagina de un libro que se va a pasar, mas tarde o mas temprano, pero la música nunca se va a terminar.


26. Eso sí, ¡hay que tener mucha paciencia!


Mucha paciencia, y que luchen por tocar y que se diviertan, porque están ahora en un momento esplendido donde hay un montón de medios, donde pueden aprender, porque yo cuando empecé no tuve a nadie, tuve que aprenderlo yo solo, y hoy día hay medios, hay escuelas y hay muchas cosas que se pueden aprender… y nada, que sigan para adelante que esto es muy bonito, que la música es maravillosa.


27. Pues nada Angel, con estas palabras de ánimo nos quedamos, millones de gracias por atendernos, ¡a sido un absoluto placer charlar contigo!


Para mí es un lujo y un honor, que haya gente como vosotros que os acordáis de un grupo como The Storm.


28. ¡Y que no se olvide nunca!


¡Muchas gracias!


29. ¡Hasta la próxima!


Dale un beso a toda Catalunya ¡Buenas noches!




ROY BUCHANAN "Live in Austin TX"


HEROES DEL MASTIL: Roy Buchanan
Nacido en Ozark (AR) en 1939, Leroy Buchanan, más conocido como Roy, creció en Pixley (CA), dónde a la tierna edad de trece años, cuando se hizo con su primera y distintiva Fender Telecaster, ya llevaba más de un lustro exprimiendo con destreza las cuerdas de su vieja “steel guitar”.

En los 50’s militó en “The Heartbeats”, y gran parte de la década de los sesenta la pasó en Canadá, en la banda de acompañamiento de Ronnie Hawkins, “The Hawks” (más adelante rebautizados como The Band). Curiosamente, el por aquél entonces bajista, Robbie Robertson, pasaría en un futuro a liderar a “La Banda”, reconvertido en guitarrista bajo el influjo de Roy, que le animó a cambiarse a las seis cuerdas y de quien recibió importantes consejos y lecciones…
Igual que Robbie, otros ilustres nombres rockeros tales como Jeff Beck o Billy Gibbons, siempre han reivindicado a Buchanan citándolo como un verdadero referente. Y es que su increíble talento no podía pasar desapercibido, dejaría impresionados a “gigantes” como Les Paul, John Lennon o Eric Clapton, quien le ofreció su puesto en Derek & The Dominos, e incluso los mismísimos Rolling Stones llegaron a solicitar sus
servicios! …pero él lo rechazó todo.

Roy era un espíritu libre, un genio, un músico único e irrepetible como no habrá nunca ningún otro. Podía expresar con su guitarra lo que quizá no era capaz de expresar de otra forma, y cada vez que la hacía llorar, lograba que nos diéramos cuenta de que algo le atormentaba, de que la tristeza contenida en sus ojos no era gratuita.
Su brillante discografía es su legado, una grandísima colección de emociones, dónde doce maravillosos discos (sin contar múltiples directos no-oficiales) nos descubren a un guitarrista visionario, incendiario y tremendamente creativo, siempre ajeno a cualquier clase de ego, y manteniendo la misma sencillez que en 1971, cuando su participación en el show de TV “El mejor guitarrista desconocido del mundo” le abrió las puertas del sello Polydor.

En el verano de 1988, Roy nos dejó para siempre ahorcándose en una celda en Fairfax (VA), después de ser arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol. Su muerte supondría un duro golpe para el mundo de la música, que perdería en aquél fatídico 14 de Agosto a uno de sus mejores intérpretes; aquel día el llanto cesó, pero eso sí, su recuerdo, su magia y su alma, permanecerán vivos en la memoria de los que alguna vez, o de alguna forma, nos cruzáramos en su camino.

Live In Austin-TX

Si aún no conoces a este músico esencial, hazte cuanto antes con el DVD “Roy Buchanan-Live in Austin-TX”, porque sin duda recoge toda su genialidad, y es la mejor forma de poder verlo en un momento muy bueno de su carrera, en uno de sus puntos álgidos y de mayor inspiración. Grabado el 15 de Noviembre de 1976, en directo para la KLRU (la televisión tejana), y en el marco del galardonado programa “Austin City Limits”, aquí te encontrarás con 32 minutos de cinta, que aunque saben a poco, te dejan plenamente satisfecho.

Inicia con el “Woman you must be crazy” de T-Bone Walker, y lo mezcla de forma exquisita con “Roy´s bluz”, de su “That’s what I am here for” (1974). Poder observar de cerca a Roy desarrollar sus técnicas y trucos en una exhibición “marciana” de recursos guitarrísticos (con primeros planos de sus manos), es todo un lujo. Ver para creer!
Sigue con “Soul dressing”, la versión de Booker T. & The MG’s que supo llevar a su terreno en aquél imprescindible “Live in Japan” que grabaría al año siguiente, en la gira del 77. Su progresión inicial de aires latinos se entremezcla con blues, jazz y rock decibélico de alto octanaje, grandioso!

A continuación, su revisión del “Sweet dreams”, de Don Gibson, que aquí suena monumental, y es el tema dónde mejor se puede apreciar su increíble dominio del “control de volumen”, una técnica muy característica en él, y que recrea un sonido similar al de un violín; absolutamente excelente.

La siguiente en caer sería su particular homenaje al gran Hendrix, con esa versión que le hiciera popular allá por el 67, “Hey Joe”. En manos de Roy, el tema cobra una forma distinta, pues la aleja un poco de la inmediatez de “single” que le otorgó Jimi en su momento; sin embargo, ésta será interpretada aquí a un tempo más lento, incrementando la intensidad, agudizando el fraseo “blues” y el sentimiento “jam”. Al final incluye un pequeño fragmento del “Foxy Lady” a modo de coda, que arranca una gran ovación por parte del público.

Y como colofón final, una que no podía faltar, “The messiah will come again”, su mayor éxito, o por lo menos su tema más popular. Siempre es una gozada escuchar esta maravillosa pieza, que rebosa pasión y locura a partes iguales. Pertenece al primer álbum, pero existen tomas más antiguas de las sesiones que realizó entre el 69 y el 71. Como curiosidad, es interesante escuchar la titulada “Black Autumn”, incluida en el que se suponía iba a ser su primer disco y no se editó en su día (hasta el 2004, bajo el título de “The Prophet”). Quizá esa sea la versión más primitiva, aunque aún muy distinta a la finalmente publicada en el debut “oficial” del 72.

Por otro lado, en 1989, el fantástico guitarrista irlandés Gary Moore, realizó su propio cover de este temazo para su LP “After the war”. Probablemente, debió de ser su manera de rendirle tributo al bueno de Roy, un año después de su muerte.

Ahora, tienes la oportunidad gracias a New West Records, de empaparte del mejor Blues Rock americano redescubriendo a este artista inmortal, maestro y creador del llamado “sonido Telecaster”, sin duda, una gran manera de conmemorar el vigésimo aniversario desde su triste desaparición.

Lo cierto es que Roy Buchanan jamás disfrutó de las mieles del éxito… aunque la verdad, eso de la fama en el fondo tampoco iba con él; por algo será que para mucha gente, siempre será considerado algo así como:

“El secreto mejor guardado de América”.

sábado, 16 de enero de 2010

STATUS QUO – 6 Septiembre 09 - Sala Razzmatazz (Bcn)


(Texto publicado en La Olla Rock Magazine n:40)

La visita de una de las formaciones de rock más longevas surgidas en Gran Bretaña, es siempre sinónimo de alegría para todos aquellos que vibramos con el clasicismo enérgico y festivo del que hacen gala estos ingleses desde hace más de cuatro décadas. Su Boogie-Rock tan característico, es ya a estas alturas todo un sello de identidad para una banda que a pesar de haber vendido millones de álbumes, obtenido discos de oro, plata, platino, multi-platino, e inundado las ondas radiofónicas de éxitos… por alguna extraña razón, y a diferencia de otras grandes bandas como los Stones o AC/DC…, jamás han logrado congregar a un público excesivamente numeroso. Pero lo cierto es que eso no importa, porque siempre han gozado de un merecido respeto, incluso por parte de quienes no los han seguido nunca.

Para mi no hay duda de que en el olimpo de las estrellas del Rock tienen su sitio bien reservado hace ya un montón de años, y creedme que ahí entrarán con pase V.I.P., (el mismito que les darán a Jagger & Richards o a los hermanos Young…), que os quede bien claro!

La sala no estaba llena en absoluto, de hecho ni siquiera se llego a abrir la parte de arriba, aunque eso sí, todos los que allí estábamos ansiábamos enormemente el momento de presenciar en el escenario a dos de los mas entrañables compañeros de viaje que a dado el Rock’n’Roll: Francis Rossi y Rick Parfitt, un dúo como pocos dudo lleguen ya a verse.
Para este “40 Years Of Hits Tour”, irían secundados por (un de sobras consagrado) Andrew Bown, con nada más y nada menos que 33 años de antigüedad desde su debut en aquel lejano Blue for You del 76; Sin olvidarnos de la buena labor del también veterano “Rhino” Edwards, así como del nuevo baterista Matt Letley (de 48 añitos), el “niño” del grupo!

Abrirían con “Caroline”, un verdadero clásico de los Quo, de esos que contagian al segundo gracias a un fabuloso estribillo y a sus fácilmente tarareables melodías. Y tras ella, dos joyas exquisitas de valor incalculable como “The Wanderer” y “Rain”; ante semejante comienzo, uno no puede hacer otra cosa que reverenciar a las leyendas y prometerles fidelidad eterna! Y más aún cuando nos inundan los oídos de temas inmortales que se suceden uno tras otro con esa clase que pocos tienen, y esa caña que muchos quisieran…
Después de algún que otro éxito más como “Don’t drive my car” o “Mean girl”, le dejarían un pequeño hueco a un tema de reciente factura como “Beginning of the end”, de su último álbum de estudio, “Still in search of the fourth chord”. Pues bien, yo no sé si habrán encontrado o no el cuarto acorde… lo que sí sé es que con los otros tres se apañan muy bien!

Para dar cabida a tantas buenas canciones acumuladas en su haber, también estuvo muy bien la idea de meter algunas de ellas en un interesante metley, dónde entre otras, lo gozamos con “What you’re proposing”, o la extraordinaria “Big fat mama”. Estos tipos tienen cuerda para rato, no hay más que verlos, muestran más actitud y fuerza que muchos jovenzuelos… (de esos que se creen los reyes del mundo!) Porque los refranes nunca mienten, y la experiencia es un grado, así como es bien cierto que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Pues bien, en el medio tiempo “Living on an island”, sería el señor Parfitt quien se haría cargo del micro, aunque hay que resaltar que en esta banda quien lleva mas peso en escena es Francis Rossi, que demostró ser un auténtico “showman”, pues no paró de gesticular y bromear con el público a lo largo de toda la noche. Aunque se haya cortado la coleta sigue siendo el mismo alocado mozo de antaño.

Uno de los momentos cumbre llegó con “In the army now”, probablemente su mayor éxito en la radio, y cuyo estribillo sería coreado por todas y cada una de las gargantas allí presentes.
El “chico nuevo” tendría también su momento de gloria, su solo de batería, potente y efectivo, serviría para introducir la recta final del set, con delicias como “Roll over lay down” o “Down Down”, y que viva la redundancia!

Y ya como colofón, un himno como “Whatever you want”, porque ¿¿quién no ha canturreado alguna vez su famoso riff?? Y como no, “Rockin’ all over the World”, la tremenda composición de Fogerty popularizada por los Quo hace ya unos añitos…
Aunque para terminar realizaron un último metley, pero esta vez compuesto por clásicos del rock’n’roll como el “Junior’s wailing” de Steamhammer o el “Bye bye Johnny” del maestro Chuck Berry.

Fue muy divertido algo que pasó en este último tramo del show, cuando Francis Rossi, al ver a un tipo entre el público comiendo un frankfurt, hizo señas como de que él también quería comer, e inmediatamente después empezaron a lloverle salchichas y golosinas que el tío no dudo en recoger y comerse tanto en el aire como en el suelo, todo ello sin parar de tocar y mostrando que su sentido del humor es directamente proporcional a su increíble talento.

Ojalá fuera posible celebrar cuarenta años más de rock y diversión con Status Quo, porque el día que no estén, estoy bien seguro de que todos, absolutamente todos, los echaremos en falta.

SAXON – 4 Octubre – Razzmatazz 2 (Barcelona)


(Texto publicado en La Olla Rock Magazine n:40)

Podemos considerarnos afortunados por vivir en una gran ciudad como Barcelona, pues gracias a eso gozamos de una bendita suerte que nos permite disfrutar constantemente de maravillosos conciertos, a muchos de los cuales, incluso nos permitimos el “lujo” de no ir. Pero es que a veces no nos queda otra que dejar pasar alguno, y sí, ya sé que es muy duro, pero es precisamente esa misma afluencia de grandes bandas la que nos hace agotar poco a poco nuestro (habitualmente escaso) presupuesto mensual… Así que desde estas páginas quiero aprovechar para pedir perdón, por todos aquellos grandes grupos a los que no pude ver, por todo lo que me perdí, para todos los que desgraciadamente y sin querer, coincidieron algún día en mi cuenta corriente con esos malditos números del color de las amapolas, ¿sabéis de lo que hablo verdad?
Dicho esto, sobra decir que asistir a una visita a primeros de mes de una formación tan básica y sagrada en el Heavy Metal como Saxon, es algo absolutamente obligatorio para cualquier “metalhead”.

Pues bien, con una puntualidad británica, y sin teloneros, a las nueve en punto daba comienzo el espectáculo ante una sala repleta hasta arriba. “Batallions Of Steel”, de su último álbum “Into The Labyrinth”, sería el primer tema de la noche. Y ya con esta primera toma de contacto me bastó para imaginar lo que nos esperaba, una buena dosis de verdadero y salvaje metal, sin duda la mejor manera de disfrutar de un domingo que se me ocurre.
Clásicos como “Heavy Metal Thunder”, o “Power And The Glory”, se enlazarían de maravilla con cortes de reciente factura como por ejemplo “Witchfinder General”, demostrando así como gana en vivo el material nuevo, y sobretodo, el poder que desprende el grupo sobre el escenario.

Uno de los momentos mas entrañables para algunos, llegó cuando les dio por recuperar un olvidado “Broken Heroes”, perteneciente a su tristemente infravalorado “Innocence Is No Excuse” del 85, disco del que rara vez ofrecen algo en directo.
Lógicamente, al tratarse de una gira que conmemora su treinta aniversario no podían faltar joyas como “747 (Strangers in the night)”, “Never Surrender”, o una que siempre me hace agarrar casi sin darme cuenta mi “Air guitar” como poseído por el diablo, “And The Bands Played On”.
Quizá una de las más actuales pero con ese sabor añejo único a Saxon, sea “Let Me Feel Your Power”, fabulosa para descargar adrenalina junto a esa masa loca de seguidores hasta la muerte con la que cuenta el combo británico. Unos fans que sudan la camiseta, saltan, gritan, y corean todas y cada una de las canciones mostrando auténtica devoción por los chicos de “Biff” Byford.
Es por eso que recibirían exactamente las mismas ovaciones temas como “Wheels Of Steel” o la recién salida del horno “Live To Rock”.

Gracioso fue el momento cuando el público pidió que interpretaran “Crusader”, y Biff dijo: “…Vale, pero una más primero, vamos a tocar un tema nuevo, del próximo disco, una que aún nunca habéis escuchado…”. Y acto seguido arremetieron con un arrollador “Motorcycle Man” (jeje… el famoso humor inglés), increíble!
Como lo prometido es deuda, la siguiente sería “Crusader”, un tema que por alguna razón se ha convertido en el favorito para muchos de sus fieles, un himno del Heavy Metal anglosajón que enloquecería más, si cabe, a una multitud dispuesta a todo por rendir culto a sus dioses.

Y acercándonos ya al final, volvimos a sorprendernos, pues regalarían a nuestros oídos un tema como “Rock’n’roll Gypsy”, del anteriormente mencionado álbum del 85. Todo un detalle que nos brindasen la oportunidad de degustar piezas de esa categoría, precisamente en el marco de su aniversario, y es que es muy difícil elegir un repertorio entre tantísimos (y tan buenos) discos con los que cuentan en su extensa
discografía.

Dos temas más de su adorado cuarto plástico les valieron para terminar con honores una actuación brillante; el que diera título a aquella magna obra, “Denim And Leather” y “Princess Of The Night”, que recordemos que abría ese magnífico LP en 1981, y ahora ya en el 2009, cerraba una (no menos) magnífica noche.

Sin duda Saxon merecieron cada céntimo de €uro invertido, pero yo por si acaso creo que empezaré a ahorrar, no vaya ser que la próxima vez nos pille a final de mes! Aunque… ¿sabéis que?, por Saxon si hace falta atracaré la panadería… (pero que quede entre nosotros).

DEEP PURPLE – Sant Jordi Club (Barcelona) 14 Setiembre 09


(Texto publicado en La Olla Rock Magazine n:40)

Quizá debamos admitir que Deep Purple hoy por hoy, se han convertido en una más de esas grandes bandas sobradamente consagradas, que por mal que nos sepa, y a pesar de su indiscutible calidad, trayectoria y legado, tienen que conformarse con llenar a duras penas, recintos con un aforo cada día más reducido. En las dos últimas ocasiones que estuvieron por aquí, los vimos en el pabellón de la Vall d’ Hebron, un lugar con una capacidad que prácticamente dobla a la ofrecida en este recién inaugurado espacio musical, el Sant Jordi Club. Sin embargo (y no entiendo muy bien porque…), en Madrid tocarían en el Palacio Vistalegre, que prácticamente triplica el público hasta 15000 personas!! Pero no, no… no nos emocionemos, pues eso no sería ni de lejos lo que allí se encontraron, tristemente tan sólo lograron congregar a cerca de 2000. Desalentador.

Independientemente de todo eso, sobra decir que eran muchas las ganas de volver a ver a estos veteranos del rock duro. Hay que recalcar que la gira que nos los ha vuelto a traer, es exactamente la misma que la de hace tres años, presentándonos de nuevo su último álbum hasta la fecha, “Rapture Of The Deep”. La única novedad ha sido la publicación de una reedición del disco en formato doble en el que se incluyen algunos extras, rarezas y temas en vivo.

Comenzarían, como viene siendo habitual, con “Highway Star”, el perfecto inicio para mostrar el potencial que todavía alberga la leyenda inglesa (que no es poco). Y justo después, se atreverían con una de las inéditas, “Things I Never Said”, lógicamente desconocida por una gran mayoría.

Otra joya del calibre de “Strange Kind Of Woman” nos pondría las pilas como es debido, y es que las buenas canciones no tienen fecha de caducidad. Además, ésta es una de esas que le van estupendas a Ian Gillan para no sobrecargar sus cuerdas vocales, que mal que nos pese, ya no son las de sus años mozos.
El tema título del “nuevo” disco sería la siguiente. Para mí, ésta es sin duda una de las más interesantes de las de la última hornada, o por lo menos, a mi juicio la que mejor recupera el estilo del aún añorado por muchos, Richie Blackmore.

Recuperarían también un viejo éxito como “Fireball”, que entusiasmó especialmente a los fans más acérrimos. La verdad es que nunca ha sido uno de sus clásicos más sonados, por lo que el que rescaten este tipo de canciones es muy de agradecer.

Siempre he pensado que Steve Morse es un guitarrista verdaderamente excepcional, y sobra decir que su trabajo junto a la banda merece atención y respeto. Atención porque goza de una técnica fabulosa y una sobrada sensibilidad, y respeto porque lejos de querer copiar a su antecesor, cuida todos y cada uno de los detalles que acercan al público al recuerdo del inigualable “hombre de negro”, al mismo tiempo que aporta su propia personalidad y carisma.

Precisamente, uno de los grandes momentos de la noche fue cuando interpretaron “Contact Lost”, unida a la genial “Sometimes I Feel Like Screaming” y a “The Well-dressed Guitar”, una buena muestra del innegable y desbordante talento de Morse, que por otro lado, y a diferencia (otra más) de Richie B., siempre se muestra sonriente.
Hubo lugar para todo, “Wring That Neck”, “The Battle Rages On”… o una maravillosa “Perfect Strangers”, todo un himno, y una de sus más populares y adoradas composiciones. Incluso se atrevieron con “Space Truckin’’, donde noté a un Gillan algo más flojo (me refiero tan sólo a la parte de los agudos imposibles que antaño le caracterizaran). Eso sí, salvando esas puntualidades, admito que el hombre estuvo a la altura de las circunstancias; no olvidemos que tiene 63 años!

El tema del riff más famoso de todos los tiempos, “Smoke On The Water”, lógicamente no podía faltar, y de hecho les sirvió para despedirse momentáneamente. Pero volvieron rápidamente, y lo hicieron con una recta final alucinante. La heavy y veloz “Speed King”, les valió para introducir un curioso metley de estándares del rock ‘n’ roll, así como los solos de Roger Glover, Ian Paice y demás devaneos instrumentales por parte de todos los miembros de la banda.

Y para terminar, su primer hit “Hush” y “Black Night”, que es uno de sus temas más sencillos, pero que por alguna razón siempre consigue hacer saltar y enloquecer a todos sus fans, creando un ambiente alegre y festivo; y lo cierto es que a esas alturas de la noche, sentíamos todos una especie de simbiosis con el grupo, algo parecido a entrar en una clase de mágica comunión… como de sumergirte en un mismo sentimiento, en las profundidades de la leyenda púrpura, en las entrañas del mito.

KARO – Heavy Birthday (1988)


(Texto publicado en La Olla Rock Magazine n:40)

Ante la recurrente y poco original pregunta de: ¿Si sólo pudieras llevarte cinco cosas a una isla desierta, cuales serían? Me temo que mi respuesta podría ser la siguiente: Me llevaría este maravilloso “Heavy Birthday” de los grandísimos Karo! Y en cuanto me replicaran… pero, ¿y las otras cuatro? Yo les diría: pues cuatro copias más del mismo disco para cuando éste se me ralle!

Y ¿por qué iba yo a quedarme tan ancho tras semejantes declaraciones? Pues básicamente porque tengo total seguridad de que éste es uno de los mejores y más valiosos tesoros que afloran en mi preciada colección discográfica.

La reciente reedición en CD de esta joya es un regalo impagable para cualquiera que se diga amante del A.O.R/Hard-Rock más elegante y fino, con ese inconfundible sabor a 80’s, plagado de colchones de teclado y melodías de ensueño. El LP, descatalogado hace “siglos”, llegó a convertirse en una cotizada pieza buscada hasta la saciedad por los melómanos más exquisitos, conocedores de su valía e importancia. Afortunadamente ahora está al alcance de todos.

El grupo procedía de Berlín (Alemania), y la verdad, poco más se sabe, pues tan sólo llegaron a grabar este “Heavy Birthday” en 1988, su primera, última y (por lo tanto) única referencia. Así que se podría decir que aparecieron como de la nada y se esfumaron casi sin dejar rastro. De hecho, sobre el pasado de los miembros de la banda existe poquísima información. En un tremendo trabajo de rastreo en la red lo único que he podido averiguar es que el teclista “Karo” Straub (cuyo alias diera nombre al conjunto), y el batería Ronald Bosien (Ex-ZARATHUSTRA), procedían de MORGENROT, un combo berlinés que llegó a grabar 3 Lp’s entre 1979 y 1982. En aquella primerísima época, Karo aún utilizaba su verdadero nombre: Hans-Jürgen Straub. Lo curioso es que aquel proyecto volvería a estar de actualidad como quince años más adelante, pues se reunieron en 1996, registrando el directo “Live in Berlin” (97).

Pues bien, volviendo al disco en cuestión, otro que también cambió de nombre, sólo que éste lo hizo “a posteriori”, sería el vocalista Lutz Salzwedel, que quizá por lo impronunciable del nombrecito, o buscando cierta comercialidad, optó por hacerse llamar Dan Lucas. Y rebautizado de esa forma iniciaría su carrera en solitario grabando su primer álbum, “Canadá” en 1992, a día de hoy considerado como una auténtica maravilla del A.O.R.

Sin embargo, de Dieter Seeburg (bajista), y de Erich Holstein (guitarrista), no he sido capaz de encontrar absolutamente nada! Ni de lo que hicieron antes de Karo ni de lo que hicieron después. Lo cierto es que algunos indicios me han apuntado a la muerte de Erich, aunque no podría confirmarlo con total seguridad.

Otro de los curiosos misterios que me inquietan, es que tanto en la foto del disco como en las poquísimas fotos promocionales existentes tan sólo figuran cuatro personas, y el grupo lo forman cinco! Desconozco quien es el miembro ausente en esas instantáneas, así como tampoco se quien diablos es “Roy Dean Brown”, autor de todas las letras de las canciones que se incluyen en el plástico. Supongo que debió ser un escritor habitual de la zona, ya que también es conocida su colaboración con los vecinos CHARN para su “Blasts Off” (94), aunque salvando esto, poca cosa más.

El álbum está producido por Peter Hauke (Craaft, White Lion…), exceptuando tres cortes, en los que contaron con Tonny Platt (Lillian Axe, Jeff Paris…), y a decir verdad, menudas tres maravillas…! Dos extraordinarias gemas como “Wanna Be Loved”, y “One Of A Kind”, y una pieza magistral como “Sister, Sister”, que pudo haber sido el single perfecto y cuyas estrofas recuerdan ligeramente a los Survivor de la época “Vital Signs/When Seconds Count”.

Aunque la cosa no se queda ahí, pues todos estos temas son dignos de estudio, perfectos, y merecerían recibir el tratamiento que reciben los grandes clásicos. Jamás deberían permanecer en el olvido, y ni mucho menos en la exclusiva memoria de cuatro privilegiados gatos. Es por ello que me niego a que delicias como “Nobody’s Fool”, “Cold Shoulder”, o “Ball Of Fire” (que debieron haber sido grandísimos éxitos), continúen siendo rarezas.

Quizá por el acento alemán, o por la producción de Peter, se les suele comparar a menudo con sus contemporáneos y paisanos Craaft, con los que ciertamente guardan ciertas similitudes. Aunque esos paralelismos con grupos afines son puntuales, y no representan en absoluto ninguna falta de personalidad. Es más, estos tíos andaban sobrados de todo, de calidad, talento, fuerza, actitud… Tenían todo lo que hay que tener, buenas canciones, una buena imagen, un sonido cristalino, y la mejor época para promocionar un debut de este nivel, calibre y altura.
Es verdad que por otro lado la competencia también era mayor, yo eso no lo discuto, pero… ¿que queréis que os diga? Esto es una OBRA MAESTRA.