sábado, 16 de enero de 2010

KARO – Heavy Birthday (1988)


(Texto publicado en La Olla Rock Magazine n:40)

Ante la recurrente y poco original pregunta de: ¿Si sólo pudieras llevarte cinco cosas a una isla desierta, cuales serían? Me temo que mi respuesta podría ser la siguiente: Me llevaría este maravilloso “Heavy Birthday” de los grandísimos Karo! Y en cuanto me replicaran… pero, ¿y las otras cuatro? Yo les diría: pues cuatro copias más del mismo disco para cuando éste se me ralle!

Y ¿por qué iba yo a quedarme tan ancho tras semejantes declaraciones? Pues básicamente porque tengo total seguridad de que éste es uno de los mejores y más valiosos tesoros que afloran en mi preciada colección discográfica.

La reciente reedición en CD de esta joya es un regalo impagable para cualquiera que se diga amante del A.O.R/Hard-Rock más elegante y fino, con ese inconfundible sabor a 80’s, plagado de colchones de teclado y melodías de ensueño. El LP, descatalogado hace “siglos”, llegó a convertirse en una cotizada pieza buscada hasta la saciedad por los melómanos más exquisitos, conocedores de su valía e importancia. Afortunadamente ahora está al alcance de todos.

El grupo procedía de Berlín (Alemania), y la verdad, poco más se sabe, pues tan sólo llegaron a grabar este “Heavy Birthday” en 1988, su primera, última y (por lo tanto) única referencia. Así que se podría decir que aparecieron como de la nada y se esfumaron casi sin dejar rastro. De hecho, sobre el pasado de los miembros de la banda existe poquísima información. En un tremendo trabajo de rastreo en la red lo único que he podido averiguar es que el teclista “Karo” Straub (cuyo alias diera nombre al conjunto), y el batería Ronald Bosien (Ex-ZARATHUSTRA), procedían de MORGENROT, un combo berlinés que llegó a grabar 3 Lp’s entre 1979 y 1982. En aquella primerísima época, Karo aún utilizaba su verdadero nombre: Hans-Jürgen Straub. Lo curioso es que aquel proyecto volvería a estar de actualidad como quince años más adelante, pues se reunieron en 1996, registrando el directo “Live in Berlin” (97).

Pues bien, volviendo al disco en cuestión, otro que también cambió de nombre, sólo que éste lo hizo “a posteriori”, sería el vocalista Lutz Salzwedel, que quizá por lo impronunciable del nombrecito, o buscando cierta comercialidad, optó por hacerse llamar Dan Lucas. Y rebautizado de esa forma iniciaría su carrera en solitario grabando su primer álbum, “Canadá” en 1992, a día de hoy considerado como una auténtica maravilla del A.O.R.

Sin embargo, de Dieter Seeburg (bajista), y de Erich Holstein (guitarrista), no he sido capaz de encontrar absolutamente nada! Ni de lo que hicieron antes de Karo ni de lo que hicieron después. Lo cierto es que algunos indicios me han apuntado a la muerte de Erich, aunque no podría confirmarlo con total seguridad.

Otro de los curiosos misterios que me inquietan, es que tanto en la foto del disco como en las poquísimas fotos promocionales existentes tan sólo figuran cuatro personas, y el grupo lo forman cinco! Desconozco quien es el miembro ausente en esas instantáneas, así como tampoco se quien diablos es “Roy Dean Brown”, autor de todas las letras de las canciones que se incluyen en el plástico. Supongo que debió ser un escritor habitual de la zona, ya que también es conocida su colaboración con los vecinos CHARN para su “Blasts Off” (94), aunque salvando esto, poca cosa más.

El álbum está producido por Peter Hauke (Craaft, White Lion…), exceptuando tres cortes, en los que contaron con Tonny Platt (Lillian Axe, Jeff Paris…), y a decir verdad, menudas tres maravillas…! Dos extraordinarias gemas como “Wanna Be Loved”, y “One Of A Kind”, y una pieza magistral como “Sister, Sister”, que pudo haber sido el single perfecto y cuyas estrofas recuerdan ligeramente a los Survivor de la época “Vital Signs/When Seconds Count”.

Aunque la cosa no se queda ahí, pues todos estos temas son dignos de estudio, perfectos, y merecerían recibir el tratamiento que reciben los grandes clásicos. Jamás deberían permanecer en el olvido, y ni mucho menos en la exclusiva memoria de cuatro privilegiados gatos. Es por ello que me niego a que delicias como “Nobody’s Fool”, “Cold Shoulder”, o “Ball Of Fire” (que debieron haber sido grandísimos éxitos), continúen siendo rarezas.

Quizá por el acento alemán, o por la producción de Peter, se les suele comparar a menudo con sus contemporáneos y paisanos Craaft, con los que ciertamente guardan ciertas similitudes. Aunque esos paralelismos con grupos afines son puntuales, y no representan en absoluto ninguna falta de personalidad. Es más, estos tíos andaban sobrados de todo, de calidad, talento, fuerza, actitud… Tenían todo lo que hay que tener, buenas canciones, una buena imagen, un sonido cristalino, y la mejor época para promocionar un debut de este nivel, calibre y altura.
Es verdad que por otro lado la competencia también era mayor, yo eso no lo discuto, pero… ¿que queréis que os diga? Esto es una OBRA MAESTRA.

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