viernes, 18 de enero de 2013

UNRULY CHILD “Unruly Child” (1992) – Atlantic


(Texto publicado en La Olla Music Rock Magazine nº: 42)

Probablemente ahora mismo haya mas de un lector de esta revista que se encuentre sorprendido al verme reseñar un álbum registrado fuera de los gloriosos 80’s. Pues bien, si echáis cuentas veréis que el disco en cuestión tiene mas que cumplida la mayoría de edad, nada mas y nada menos que dieciocho años que le otorgan todos los derechos para recibir un merecido trato de clásico. Y si a eso le sumamos que estamos hablando de una de las obras maestras del rock melódico, pues ya poco mas hay que decir.

Para todo fiel seguidor del A.O.R. este disco ocuparía con toda seguridad, un lugar preferente en cualquier listado de recomendaciones. Y hay varias razones para ello; una de las principales sería la presencia de uno de los vocalistas mas valorados, queridos y respetados del género, Mark Free.
La trayectoria de Mark ya arrastraba una intachable reputación gracias a maravillosos álbumes con bandas de escándalo como KING COBRA o SIGNAL, toda una muestra de su poderío vocal, su personalísimo registro y su extraordinario talento.

Pero eso no era todo, a semejante frontman se unía la calidad compositiva de dos genios como Guy Allison a los teclados, y Bruce Gowdy (Stone Fury) a las guitarras. Una unión que se completaba con un batería de la categoría de Jay Schellen (Stone Fury, Hurricane…), y con el experimentado Larry Antonino al bajo.
Y por si todas esas razones fueran pocas, a aquella concentración de genios se sumaba otra pieza importantísima, la persona principal responsable entre otras cosas de la extrema calidad sonora de esta obra de arte: el señor Beau Hill, todo un mago de la producción, con un curriculum que ya entonces echaba para atrás. Entre otros, este gurú del sonido aportó su visionaria y efectiva panorámica a grandes álbumes de artistas de la talla de WINGER, EUROPE, RATT, ALICE COOPER, WARRANT…

Por otro lado, el hecho de que este “Unruly Child” apareciese en una época en la que el Grunge estaba acabando con lo poco bueno que nos quedaba, no hace mas que engrandecer su importancia y valor. Quizá no funcionó lo bien que debiera, pero de lo que no me cabe duda es de que su contenido era un absoluto diamante, brillante y reluciente. Y el principal problema fue que en aquél tiempo parecían no estar de moda los diamantes, que le vamos a hacer…!

Pero afortunadamente siempre hay quien sabe valorar una joya, y no son pocos los que han mantenido vivo el recuerdo de esta irrepetible formación elevándolos a un status que muy pocos alcanzan, convirtiéndolos casi podría decirse en leyendas.
De principio a fin, este es un disco al que ni le sobra ni le falta absolutamente nada, en el que los doce cortes que ofrece, demuestran variedad al mismo tiempo que cohesión y coherencia, y en el que bordaron unos temas redondos y perfectos que de haberse editado unos años antes, bien pudieran haber sonado hasta la infinidad en las radios de medio mundo.

Uno de los temas mas laureados y amados por los fanáticos de Unruly Child siempre será el tremendo “Who cries now”, que a título personal yo situaría entre mis favoritas de todos los tiempos, y cuya audición recomendaría a cualquiera que no sepa y quiera saber de que va esto del A.O.R.
Aunque os aseguro que es bien difícil quedarse con solo una cuando se reúnen en un único disco tantas y tantas maravillas, como la preciosa balada “To be your everything”, “When love is gone” o “Is it over”, por citar tan solo algunas de mis predilectas.

Se trata de un álbum que cabalga a medias entre el buen Hard Rock en piezas como “On the rise” o “Take me down Nasty”… y el lado mas puramente A.O.R., mas elegante, (como el de las antes citadas). Y creedme que no es fácil hacerlo con un resultado tan exquisito como éste.

Lamentablemente, Mark Free acabaría abandonando al grupo, y Unruly Child perdió una parte importantísima de su magia. Y a pesar de que grabaron un buen segundo disco con la voz de Kelly Hansen en 1998, no consiguieron subir el escalón necesario. Y el bastante flojo tercer disco con el que presentaron a Phillip Bardowell (UCIII) en 2003 como nuevo vocalista, tampoco ayudó demasiado…
Pero la fortuna está del lado de todos los que veneramos este sagrado álbum, pues la formación original está de vuelta, y han grabado este mismo año un nuevo disco gracias al sello especializado FRONTIERS.

Tan solo hay una diferencia con respecto a lo que concierne al line up…
Y es que resulta que Mark ya no es Mark, ahora es Marcie, es decir, una mujer. Es fácil que penséis que ese cambio de sexo haya podido variar de alguna manera su registro y tono para cantar, pero os aseguro que nada mas lejos de la realidad.
Su voz suena exactamente igual que antaño, y el grupo ha recuperado personalidad y su añorada magia inicial; si os queda alguna duda solo tenéis que haceros con este nuevo asalto titulado “Worlds Collide” y comprobarlo. Y si me dais la razón tan solo os pido un favor, que crucéis los dedos junto a mí y penséis para vuestros adentros con toda la fuerza posible:

Que vengan, que vengan, que vengan, que vengan…

No hay comentarios:

Publicar un comentario