viernes, 18 de enero de 2013

SCORPIONS “The Final Sting World Tour 2012” – Stuttgart (Germany)


(Texto publicado en La Olla Rock Fanzine nº: 45)

A principios del año 2010 se hacía publica una noticia de poderosa trascendencia para la comunidad metálica… la banda alemana Scorpions anunciaba su retirada de los escenarios después de una larga trayectoria de 45 años y mas de 75 millones de álbumes vendidos a sus espaldas.

Afortunadamente, un disco mas vería la luz: “Sting in the Tail”, al que le seguiría un largo tour mundial por los cinco continentes que se extendería alrededor de los dos siguientes años. Así que decidimos desplazarnos a tierras germanas para no quedarnos sin vivir un momento tan señalado para ellos, y sin duda para nosotros; en su tierra, con su gente, y con toda la emotividad que ello entraña.
El Porsche Arena sería el recinto elegido en la ciudad de Stuttgart, un gran pabellón donde vienen celebrándose algunos de los mas importantes eventos que visitan el estado federado de Baden-Wurtemberg.
Los encargados de abrir esta noche inolvidable fueron Eisbrecher, una banda de bastante tirón en Alemania que practica un metal industrial cantado en su lengua patria, y que ofrecieron un show potente y dinámico que debo reconocer me hizo pasar un buen rato.

Y con un recinto abarrotado en el que no cabía ni un alma (las entradas estaban agotadas), los famosos escorpiones ocupaban el escenario arremetiendo con el tema que abre y titula su último álbum de estudio, “Sting in the Tail”. A ésta le seguirían clásicos como “Make it Real”, “Is There Anybody There” o “The Zoo”, aunque si me he de quedar con una, destacaría “We’ll burn the sky” del “Taken by Force” del 77, que lograría ponerme los pelos de punta con esa clase, e intensidad que desprende… increíble! casi podía imaginarme entre la audiencia de aquél inolvidable “Tokyo Tapes”. Lo que mas me preocupaba era saber en que estado iba a encontrarme al señor Klaus Meine, cuyas cuerdas vocales se vieron resentidas en el ultimo tramo de la gira del año pasado. Un malestar que le obligó a cancelar varios shows en Francia y que afortunadamente estaba mas que solventado para esta ocasión, en la que disfrutamos de un Klaus en excelente estado de forma y alcanzando todas y cada una de las notas tal y como cuando tenía veinte años.
El resto de la banda también brillaría en cuestiones de entrega y calidad, destacando especialmente el legendario Rudolf Schenker, que a sus 63 años corría con suma facilidad de una punta a otra del enorme escenario. Las carreras eran constantes junto al resto de sus compañeros, creando imágenes que ya están grabadas en las retinas de muchos de nosotros, como los eternos movimientos de izquierda a derecha de las guitarras de Rudolf y el fantástico Matthias Jabs, un sello ciertamente característico en su puesta en escena.

Otro de los puntos álgidos y en el que la emoción se volvió a apoderar de mis entrañas, sería durante la interpretación de la maravillosa “In Trance”, uno de esos temas inmortales que por mas años que pasen siempre se disfrutan como si fuera la primera vez. El medio tiempo “The Best Is Yet To Come” haría buena justicia a su nombre, pues lo mejor estaba por llegar… Y a ésta la seguirían dos delicadas piezas como “Send Me An Angel” y “Holiday”, la primera de ellas interpretada de forma acústica, y con momentos estremecedores de todo el pabellón cantando el estribillo al unísono, difícil describir la majestuosidad y grandeza que allí había concentrada! Mas clásicos como “Tease Me Please Me” o la enérgica “Hit Between The Eyes”, dieron paso al momento de lucimiento de su actual batería James Kottak, quien forma parte del grupo desde que Herman Rarebell lo abandonase en 1995. Kottak había formado parte de los primeros Kingdom Come, de Warrant y MSG entre otros, y la fuerza y actitud que desprende es digna de destacar. El tipo es en ocasiones, quizá demasiado alocado, pero cumple su labor con sobrada profesionalidad. Tras el solo de batería, “Blackout” sirvió de enlace para arremeter con “Six String Sting”, o lo que es lo mismo, el punzante y matador solo de guitarra del señor Jabs. Su veneno atravesó nuestra piel para acabar derivando en la inmensa “Big City Nights”…! Enorme! Y tras abandonar momentáneamente el escenario, volvieron para completar la faena interpretando una tras otra sus dos baladas mas populares: “Still Loving You” y “Wind Of Change”, que aunque quizá yo no las hubiese colocado juntas en el set list, pusieron los pelos de punta al estadio entero con toda esa carga de emotividad y nostalgia que emanan a cada nota.

Y es que la tristeza se agudizaba al pensar que quizá ésta sería la última oportunidad de poder vivirlas en directo. Pero toda celebración debe terminar de forma festiva, y para ello echaron mano a uno de los temas que en su día les encumbraría a lo mas alto: “Rock You Like A Hurricane”, y que pondría el punto final a una despedida que difícilmente podremos borrar de nuestra memoria. Aunque… ¿para que íbamos a querer algo así?

No hay comentarios:

Publicar un comentario