sábado, 2 de febrero de 2013

HARDREAMS “UNBROKEN PROMISES” (Perris Records)



La verdad es que no es ningún secreto la devoción y respeto que siento por esta banda. He sido testigo de su trayectoria desde que editaran su primera demo hace ya mas de doce años y siempre he lamentado que su suerte no les haya hecho trazar el camino merecido…

Pero por lo visto el destino no entiende de justicia.

Sinceramente, cuesta creer que los principales sellos especializados no sean capaces de ver mas allá de las apuestas seguras que representan alguno de los mas populares nombres del género, y pasen por alto la extraordinaria calidad de formaciones como Hardreams. Un talento que a lo largo de los años les ha llevado a compartir escenario con lo mas granado del panorama AOR/Hard Melódico (artistas de la talla de Alien, Pride Of Lions, Bad Habit, Jimi Jamison, Eric Martin, Bob Catley...)

No abundan en España combos de estas características, eso es obvio. Pero me atrevería a afirmar que ellos representan lo mejor que tenemos en este país; No es la primera vez que lo digo ni la última que lo diré. Hoy por hoy deberían ser el orgullo de cualquiera que diga amar el Hard Rock en estas tierras, y el hecho de que sigan siendo capaces de publicar álbumes de la categoría de este nuevo “Unbroken Promises” es meritorio de admiración y alabanza. Así que si no lo ven los codiciosos sellos discográficos, por lo menos valorémoslo nosotros, porque necesitamos de discos así para seguir disfrutando de la magia de la música.
Transcurridos cinco años desde su anterior y genial “The Road Goes On”, las expectativas depositadas en este nuevo trabajo eran mayúsculas (especialmente para los que recordamos aquél episodio en el que el grupo estuvo al borde de la disolución), pero toda larga espera conlleva una gran recompensa, y este disco es aún mejor de lo que cualquiera pudiera imaginar.

El disco arranca con un tema titulado “Count On Me”, que ya en unas primeras escuchas me pareció un corte típicamente Hardreams, incluso se pueden apreciar ciertas similitudes en algunas melodías a “Million Miles Away”, de su debut “Calling Everywhere”… No obstante es un tema movido y directo que resulta ideal para abrir el plástico.

“A High Mountain To Climb” es la primera sorpresa del álbum, con un fantástico riff y una envolvente atmósfera de teclados. Quizá sea uno de los temas mas duros, aunque no por eso exento de unas acertadas y originales melodías vocales. El solo de guitarra de David Agüera es probablemente de lo mejorcito del disco.

A continuación encontramos lo que podría etiquetarse como el “single perfecto”; Si hay un tema que debería estar sonando hasta la saciedad en las radios de medio mundo, ese es “It’s Only Love”, un medio tiempo exquisito al que no le falta ni le sobra absolutamente nada. Aquí es donde mejor se puede admirar la extraordinaria voz de Manu Esteve, esa sensibilidad y sentimiento puro y cristalino que no es fácil encontrar entre las voces de un país que siempre ha estado un paso atrás respecto al resto.
“The War Is Over” está entre mis favoritas, con una letra de desamor pero que transmite energía positiva a través de un magnífico puente y un estribillo adictivos, el riff es muy escuela “Queensrÿche”, y del solo también podría decirse que es 100% David Agüera, que a estas alturas ha demostrado ser un guitarrista talentoso, imaginativo y personal.

El tema que eligieron mostrar como adelanto “Woman In Black”, también se trata de un buen sencillo, perfecto para la radio, pues tiene todos los ingredientes básicos para desbancar a quien se cruce en su camino en cualquier lista de éxitos. Es pegadiza a mas no poder y tiene unos acertadísimos teclados por parte de Sergi Segarra, que hay que destacar que en este disco contribuye con mayor protagonismo y variedad de sonidos respecto al anterior. Y aunque el grupo ha sabido desenvolverse perfectamente como cuarteto en directo cuando éste ha estado ausente, cabe destacar lo que siempre se le extraña cuando no está, pues su aportación representa ese plus de elegancia y finura a las ya de por sí exquisitas composiciones de los catalanes.

La BALADA (sí, con mayúsculas) del álbum, es todo un ejemplo de que aún hay quien te puede hacer estremecer con una buena dosis de romanticismo; Una de las virtudes imprescindibles para aquél que pretenda echarse a las aguas del AOR y no ahogarse. Precisamente en este terreno este disco nos lega un impagable muestrario, y “Now You’re Mine” es para quitarse el sombrero amigos.
“The Land Inside Your Souls” es quizá el tema al que mas me ha costado pillarle el punto, aunque reconozco que va ganando a las escuchas y que contiene algunos elementos verdaderamente atractivos, destacando especialmente las guitarras, con unos dibujos inspirados y un fraseo en el solo de marcada influencia Satriani/Vai.

Uno de los cortes mas curiosos y distintos a lo acostumbrado es “Goin’ Fast”, tema para el que cuentan con la colaboración de Armando Corrochano (Trama Band), y dónde muestran su registro mas clásico, en la línea de Rainbow, Whitesnake o Van Halen… Aunque a mi particularmente me evocan a la época del “Slaves And Masters” de Deep Purple, con ese hammond a lo John Lord y un Manu con un parecido mas que reseñable a Joe Lynn Turner. No hay duda de que se trata de uno de los temas mas divertidos y fiesteros de todo el LP.

La pieza que titula el álbum, “Unbroken Promises” es un medio tiempo que tiene ese típico sabor a producción actual, y que por alguna razón lo visualizo en forma de videoclip… Podría perfectamente pertenecer al último de Jimi Jamison sin ningún problema y a nadie le sonaría extraño. Aunque yo casi me decanto mas por el siguiente “Cross The Line”, con una pincelada progresiva y un registro mas grave de la voz de M. Esteve (que saca su vena mas “Jorn”). Enorme también su desarrollo instrumental, una exhibición impecable por parte de David y Segarra que se funden en un espectacular fuego cruzado de innegable maestría y arte.

Como cierre, deciden nuevamente apostar por la faceta mas suave y melancólica de la banda, en esta ocasión representada por “All And Now”, el tema mas soul y en el que exploran un terreno nunca antes visitado, pero en el que también parecen saber manejarse. Recuerda a la onda de un guitarrista como Richie Kotzen, con esa forma de caminar sobre los acordes triadas. Muy típicamente Hendrix, quien es a su vez influencia del anterior, porqué no decirlo. También tiene cierto aire al material mas intimista de Bon Jovi, especialmente en las estrofas. Y creo que Manu está ligeramente familiarizado con todo eso, ¿no es cierto?

Y para terminar, no sería justo dejar de destacar la labor de su ingeniero habitual Tomi Pérez, que vuelve a ocuparse de todo cuanto representa al sonido final de este maravilloso disco y cuyo trabajo es digno de elogio. Así como también merece ser aplaudida la fina y adecuada portada, obra de Mei Valenzuela. La verdad es que me la imagino en formato de disco de vinilo y no puedo evitar preguntarme que hubiese sido de Hardreams de haber formado parte de otra época o nacido en otro país… ¿Quién sabe?

Lo único que puedo asegurar con certeza es que este disco es muy bueno, verdaderamente bueno... que hoy es una novedad y que está ahí para disfrutarlo, para sentirlo, para vivirlo!

Y yo les doy las gracias por ello.

1 comentario:

  1. Sin duda una excelente crítica del magnífico trabajo de HARDREAMS. Te felicito por tu elegancia y sensibilidad a la hora de reflejar en un texto los sentimientos y emociones que se respiran en UNBROKEN PROMISES!

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