(Texto publicado en La Olla Rock Fanzine nº: 46)
Para
mí no hay duda alguna, Inglaterra es
un país fascinante, probablemente se trate de uno de mis destinos favoritos. No
se si será por eso por lo que siempre acabo encontrando cientos de buenas
excusas para volver.
Hacía
ya seis meses de mi última visita y tocaba repetir, incluso en términos
geográficos, pues el condado de Nottinghamshire,
en la región de East Midlands,
volvería a ser uno de los escenarios que amenizarían un interesante fin de
semana; El plan empezaría en la ciudad de Robin Hood, y terminaría en la
vecina población de Derby.
En
mi parada en Nottingham pude vivir
una noche de Halloween anglosajona en
toda regla. Pero antes, tendría el enorme placer de disfrutar en directo con
los legendarios 10cc, que tocaban en
el Royal
Concert Hall, el teatro nuevo. Para mí, estar sentado en primera fila
viendo al combo de Graham Gouldman, sería
un enorme privilegio, una clase magistral de “clase”, valga la redundancia.
(Arriba: Instantanea en la furgoneta de 10cc junto a Graham Gouldman)
Al día siguiente me desperté sabiendo que iba a ser una gran jornada, pues mas allá de mi propia intuición, no hay que ser un lince para presuponer que un concierto de Wolfsbane tiene todos los números para “volarme la cabeza” (Obviamente, en sentido figurado).
Al día siguiente me desperté sabiendo que iba a ser una gran jornada, pues mas allá de mi propia intuición, no hay que ser un lince para presuponer que un concierto de Wolfsbane tiene todos los números para “volarme la cabeza” (Obviamente, en sentido figurado).
Llegué
a Derby cuando ya había anochecido…
Y quizá por tratarse de un domingo, o por ser un lugar algo menos concurrido
que Nottingham, no me encontré
prácticamente ni un alma, casi todos los sitios estaban cerrados y la
iluminación era escasa.
A las 20h el Flowerpot abría sus puertas, un local que es el típico pub tradicional inglés, pero que cuenta con una sala anexa, que es dónde tienen lugar los conciertos de mayor envergadura. Digo esto, porque antes del show, en la parte del bar también había música en vivo, de forma gratuita, que me sirvió para calentar motores junto a las primeras cervezas de la noche.
A las 20h el Flowerpot abría sus puertas, un local que es el típico pub tradicional inglés, pero que cuenta con una sala anexa, que es dónde tienen lugar los conciertos de mayor envergadura. Digo esto, porque antes del show, en la parte del bar también había música en vivo, de forma gratuita, que me sirvió para calentar motores junto a las primeras cervezas de la noche.
Por
alguna razón que desconozco, los que estaban anunciados como teloneros, Daylight Robbery, no tocaron; y aunque
el grupo de Birmingham había abierto
para Wolfsbane en el resto de fechas
de la gira, nadie dijo nada al respecto sobre su ausencia.
Con
una sala repleta, cerca de las nueve daba inicio el que sería el último
concierto de la banda, en un tour que
únicamente había contemplado el Reino
Unido. Esta era la tercera reunión que se producía de la mítica formación
inglesa, gracias a la buena acogida que habían tenido con las dos anteriores,
la primera de ellas en el 2007,
después de 13 años de inactividad.
"Lifestyles of the Broke and
Obscure" y “Live before I die” de su homónimo
álbum del 94, daban inicio a la
descarga, apareciendo sobre las tablas un Blaze
Bayley acelerado, como un verdadero torbellino, dando saltos y mostrando
una actitud verdaderamente enérgica!
En esta ocasión además
presentaban disco nuevo (el primero en 18 años), y de éste también pudimos
escuchar alguna como: “Smoke and redlight” o “Blue
sky”… entre otras perlas como “El loco” o “Kathy Wilson”, de aquél
lejano EP del año 90, que presentaron en su día abriendo para Iron Maiden en la gira del No
Prayer For The Dying…
Tan solo cayeron tres temas de su
segundo y genial plástico “Down Fall the Good Guys”, pero
fueron sabiamente intercalados con lo mejorcito del nuevo, junto a otros
clásicos básicos de su debut del 89, como el fiestero “I like it hot”, o una de
las mas heavys, “Manhunt”, para la cual
apareció sobre el escenario el hombre lobo (algo así como la mascota del
grupo), que sería finalmente decapitado por Blaze… ¡antológico!
En total sumaron un total de 17
aplastantes temas… Caña y mas caña + algún momento mas comprometido y emotivo
durante “Seen how it’s done”, cargada de mensaje, y que poco a
poco nos acercaría a un final que con “Money to burn” rematarían de manera
exquisita.
Así que debo decir que para mi,
quedó mas que patente que Jase Edwards,
Jeff Hateley, Steve “Danger” Elliot y Blaze
Bayley, fueron, son y serán una banda poderosa y sólida, que merecieron
mejor suerte, y que deberían de ser recordados por algo mas que por haber sido “la banda donde cantaba Blaze antes de
Maiden…” Doy fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario