miércoles, 24 de junio de 2009

CROSSFIRE “Sharpshooter” (1985)


(Publicado en La Olla Rock Magazine n:39)

Como ya viene siendo habitual en esta sección, voy a presentaros de nuevo a una banda clásica bastante “rara”, pero es que además en esta ocasión, y para rizar aún más el rizo, el disco que he elegido es uno de rarezas! (Sí, sí, ya sé que a estas alturas ya habrá más de un@ que piense que el raro soy yo…!)

Pero antes de nada, pongámonos en situación, y remontémonos a la Bélgica de finales de los setenta, pues los orígenes de Crossfire se reducen a tan sólo un par de años, 1979/80, período en el que bajo el nombre de “The Onion Dolls”, iniciarían su andadura en una onda punk-rock. Llegarían incluso a publicar un single 7’’ (The Kids/Hot Love - 1980). Aunque lo cierto es que con la llegada de la nueva década, la banda no tardaría demasiado en sufrir una rápida metamorfosis hacia un Heavy Metal fuerte y poderoso, claramente influenciados por el nuevo movimiento que empezaba a surgir en Inglaterra (N.W.O.B.H.M).

El que fuese el batería de su etapa “punk”, Peter De Wint, se convertiría para esa nueva encarnación en el vocalista, poseedor de un registro agudo, salvaje, agresivo… ideal para un estilo del que Crossfire ya empezaban a ser fieles representantes. Para 1983 ya eran considerados una de las principales formaciones de Metal de su ciudad, publicando “If It’s Loud We’re Proud”, un Mini-LP de 12’’ compartido con Ostrogoth y con Killer. Por entonces ya eran el orgullo de todo heavy belga que se preciara de serlo. Y fue precisamente en aquel mismo año cuando lanzaron su primer LP, “See you in hell”, cosechando una buena aceptación y convirtiéndose rápidamente en líderes de ventas en su país.

Antes de que grabaran su primer álbum, fue fundamental su participación en un famoso recopilatorio llamado “Metal Clogs”, que les descubriría al público y en el que aún contaban en sus filas con Nero Neerinckx, antiguo vocalista, reconvertido a guitarrista, y que abandonaría a los chicos en 1982. Como curiosidad, este tipo sería detenido y encarcelado poco después por asesinar a un policía. En el debut del 83 hay un tema titulado “Killing a cop” que con toda probabilidad hace mención a ese “turbio” episodio.
En 1984 presentaban su segundo disco “Second Attack”, toda una declaración de intenciones y con toda seguridad lo mejor que ha grabado esta banda. Tocarían en algunos festivales europeos y compartirían cartel con grandes formaciones como Accept, Iron Maiden o Raven…

Pero centrémonos en “Sharpshooter”, el disco que nos ocupa. Aparecería en 1985, y en realidad se trata tan sólo de una compilación de temas pertenecientes a las sesiones de los dos primeros LP’s, así como de alguno en directo de su gira de ese año por Alemania.
Junto al citado De Wint, completarían la banda Marc Van Caelenberge y Rudy Van De Sype a las guitarras, Chris De Brauwer a la batería, y Patrick Van Londerzele al bajo, sin duda una poderosa unión de músicos de auténtico y verdadero Heavy Metal sin concesiones, una clase de Heavy muy en boga entonces, pero muy poco frecuente hoy en día! El estilo de Crossfire reunía elementos de bandas como Accept, Saxon, Judas Priest, Iron Maiden, pero quizá a un mayor nivel de agresividad y de velocidad ¿pioneros del Speed-Metal?? Quien sabe…

Tan sólo por los dos primeros temas de este álbum decidí que esta gente merecía aparecer en éste espacio dedicado a los clásicos, esto es verdadero Metal amigos! No os equivoquéis.
El inicio con “Break Out” es autentica dinamita! Tras su electrizante riff, la voz de Peter De Wint es como un rayo capaz de partirte en mil pedazos! Las guitarras suenan atronadoras, como ametralladoras agotando su munición en un violento fuego cruzado (de ahí su nombre no?), y la base rítmica parece un enorme caballo desbocado que cabalga salvaje hacia la muerte!
Si aún no has caído fulminado, un segundo asalto llamado “Killer Queen” te dejará literalmente K.O. ¿Existe algo que pueda representar mejor el espiritu de la música del diablo?? Lo dudo francamente. Adoro la forma como las guitarras se funden en este trepidante ejemplo de caña, melodía, y solos vertiginosos. Si después de semejante dosis de energía metálica no ha bajado tu nivel de adrenalina, acude al medico cuanto antes!

La siguiente, “Metal Knifes”, de las sesiones del 83, sigue en esa misma línea de Heavy genuino, puro y letal, y las dos siguientes, “Motorcycles” y “Crossfire”, nos muestran a la banda en vivo y en directo, transmitiendo muy claramente su descomunal fuerza sobre las tablas. Arrolladores!

El ultimo corte, “Sound of War”, es una remezcla de uno de los incluidos en el 12’’ antes mencionado, y como no, te vuelven a dejar temblando tras una descarga de alto voltaje de la que difícilmente ya podrás recuperarte.
Probablemente, el sonido de estas grabaciones no sea todo lo bueno que debiera, pero la autenticidad y el sentimiento que desprenden a cada segundo, les convierte en una pieza fundamental del engranaje de ese gigantesco motor en el que se ha convertido ya el Heavy Metal, y sin grupos como ellos, tenlo claro, no rugiría igual.

domingo, 7 de junio de 2009

AC/DC – Estadi Lluis Companys – 7 Junio 2009 – Barcelona


(Publicado en La Olla Rock Magazine n:39)


Aún hoy sigo preguntándome a qué fue debida esa extraña euforia desatada con AC/DC en este “Black Ice Tour”, una gira que nos ha traído a los australianos en dos ocasiones a Barcelona. Las cerca de 19.000 entradas de la primera fecha en el Sant Jordi volaron en cuestión de minutos, pero por lo visto debe de haber AC/DC-maníacos hasta debajo de las piedras, porque una segunda fecha en el estadio olímpico congregó a otras 62.000 personas más… lo curioso es que una gran mayoría parecía no tener que ver nada con el rock! Pero… esto qué es?? ¿Acaso de repente AC/DC se ha convertido en algo “cool” y moderno? ¿Vamos a tener que convivir con pijos sin criterio que se aferran a la moda de turno y hoy te llevan el politono en el móvil del “Highway to Hell” y mañana a basuras infumables como Nena Daconte o similares insultos al oído?? Por dios!!
Pero me centraré en el concierto… (que me caliento).

Abrieron los barceloneses Lilith, una vez más enchufados vete a saber cómo en otro gran evento, y tras ellos, una de las bandas más interesantes de la actualidad, “The Answer”, de los que espero disfrutar en otra ocasión en un lugar más pequeño, porque entre que no llevaban nada de espectáculo, era tan de día y yo estaba tan tremendamente lejos, es como si no los hubiera visto!

Al fin caía la noche, estaba a punto de dar comienzo el verdadero y esperado show. Se apagaron las luces del estadio y la cantidad de gente que portaba en sus cabezas los típicos cuernos luminosos tan característicos de la banda, iluminaban la pista de un rojo “infierno” ideal para la ocasión. En las pantallas gigantes, unos dibujos animados nos mostraban un tren que bajo el mando de un endemoniado Angus, iba incrementando su velocidad hasta perder el control, entonces una explosión iluminaría el escenario, donde acto seguido se estamparía la descarriada locomotora. Impresionante!!! Daba comienzo “Rock n’ roll train”.

Tras el nuevo single, un clásico como “Hell ain´t a bad place to be” para deleite de los que sentimos especial debilidad por la época de Bon Scott, seguido de otro como “Back in Black”, ya del catálogo con Brian Johnson. Sin duda un inicio rompedor.
“Big Jack”, otra de las nuevas, daba paso a más temas inmortales como “Dirty deeds done dirt cheap”, “Shot down in flames” o “Thunderstruck”.
Un detalle interesante era la pasarela que salía del escenario hacia casi la mitad de la pista, permitiendo a Angus y a Brian corretear por ella a su antojo durante toda la noche, los demás, como siempre, anclados a su porción de suelo, pero cumpliendo muy bien su papel y manteniendo la “máquina” bien engrasada.

Como ya es costumbre, también presenciaríamos el famoso striptease del pequeño de los Young durante “The Jack”…, retumbaron nuestros oídos con las campanas en “Hell bells”, y nos sorprendimos con temas menos habituales como “Dog eat dog”.
“You shook me all night long” pondría a prueba nuestras ya deterioradas gargantas, y después de algún corte nuevo más, (hay que reconocer que dieron bastante cobertura al ultimo álbum), joyas como “TNT” o “Whole lotta Rosie”, con la que sacaron su habitual muñeca hinchable gigante que en esta ocasión se postró sobre la humeante locomotora que presidía el inmenso escenario, parecía que se movía al ritmo de la música! Fabuloso.

La cañera “Let’s there be rock” sirvió de punto y aparte, con el tradicional solo de Angus, que apareció al final de la pasarela subido por una especie de elevador hasta la superficie, donde una vez allí y sin dejar de tocar, un juego de luces y fuego crearon una bonita imagen que culminó con miles y miles de papelitos que despedidos hacia el cielo y con el efecto de la luz parecían estrellas. Desde mi posición en lo más alto de las gradas estos detalles se magnificaban.

Se marcharon del escenario pero no tardarían en regresar, los bises, como no podía ser de otra forma, serían “Highway to hell” (aquí es dónde los pijos dijeron: Esta la conozco!), y “For those about to rock”, que suele ser la elegida para cerrar con toda su artillería del final, todo un cañonazo y nunca mejor dicho!

Abandonaron, ahora sí, definitivamente el escenario, y unos fuegos artificiales decorarían el cielo de formas y colores dejando claro, por si alguien aún lo dudaba de que AC/DC es puro espectáculo, pero sobre todo, y lo mas importante, auténtico ROCK (sí, sí, con mayúsculas).